Martín Santiago Del Rio, el hijo menor detenido acusado de asesinar a sus padres en una casa de Vicente López, iniciará mañana otra tanda de pericias, esta vez las psiquiátricas, para determinar si comprende la criminalidad de sus actos, mientras su defensa analiza apelar en los próximos días la prisión preventiva dictada el viernes pasado por el juez de la causa.
Tal como sucedió la semana pasada, cuando fue a dos entrevistas, pero por las pericias psicológicas, Del Rio será trasladado mañana a las 12.30 a la sede de la Asesoría Pericial Departamental San Isidro, ubicada en la calle Moreno 623.
El traslado se hará desde su, por ahora, lugar de detención, la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, que pronto abandonará ya que el último viernes, luego de notificarle que quedaba procesado con prisión preventiva, el juez de Garantías 1 de ese departamento judicial, Ricardo Costa, pidió cupo en el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), para que Del Rio sea trasladado a una cárcel común.
Estos nuevos peritajes que se inician mañana estarán a cargo de las médicas psiquiatras Roxana Teresa Lugarini y Liliana Graciela Varela.
Varela tiene una amplia trayectoria en la asesoría, al punto que analizó la salud mental de imputados de otros casos resonantes como Fernando Farré, el femicida condenado por asesinar en 2015 a puñaladas a su mujer en el vestidor de una casa de un country de Pilar, y Nicolás Pachelo, juzgado en la actualidad como presunto autor del crimen de María Marta García Belsunce en 2002.
A las pericias psicológicas, Del Rio fue sin perito de parte ya que, de acuerdo a lo que declaró en su última indagatoria, su familia lo abandonó económicamente y no tiene plata para pagar peritos ni abogados.
Las pericias psiquiátricas y psicológicas pedidas para Del Rio por el equipo de fiscales integrado por Martín Gómez, Marcela Semería y Alejandro Musso son obligatorias cuando la causa tiene una calificación tan grave como ésta, que es por "doble homicidio cuádruplemente calificado”.
El objetivo es saber si es imputable, es decir, si comprende la criminalidad de sus actos y dirige sus acciones, pero además determinar si aparece algún rasgo de su personalidad que permita inferir que pudo ser el autor del crimen que se le imputa, en este caso, un doble parricidio.
Entre los puntos de pericias, a los que tuvo acceso Télam, la fiscalía pidió que se disponga "un exhaustivo peritaje psicológico-psiquiátrico", si Del Rio "es capaz para ser sometido a proceso y eventual juicio" y "si se percibe en su relato algún tipo de rasgo psicopático o rasgos de mendacidad o fabulación".
Para ello, le facilitarán a los expertos de la Asesoría Pericial San Isidro todas las piezas del expediente que resulten de interés para su tarea, como sus declaraciones indagatorias, las testimoniales de su entorno, los videos que lo captaron en momentos clave vinculados al caso, los chats con mensajes de audio y texto hacia sus padres y otras personas mencionadas en la causa, la llamada al 911 que realizó cuando le informaron que sus papás estaban muertos y una carta donde clama inocencia que escribió de puño y letra desde su lugar de detención.
El abogado, ex policía y comerciante José Enrique Del Rio (74) y su esposa María Mercedes Alonso (72) aparecieron asesinados a balazos el pasado 25 de agosto en el interior de su automóvil en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Si bien tras el hallazgo de los cadáveres había sido aprehendida la empleada del matrimonio asesinado, María Ninfa "Nina" Aquino, como presunta "entregadora", el 7 de septiembre los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos, Martín, como supuesto autor de un doble parricidio.
A pedido de los fiscales y en base a prueba fílmica, tecnológica y testimonial, el juez Costa dictó el viernes pasado la prisión preventiva de Del Rio como autor de un "doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa" (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Para los fiscales, el móvil fue económico y está vinculado a la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.
Voceros judiciales indicaron a Télam que la abogada de Del Rio, Mónica Chirivin, trabaja desde entonces en lo que será la apelación a la resolución del juez que dejó preso a su cliente, para que sea revisada por la Cámara de San Isidro.