"Me gustaría verlo a la cara antes que lo metan en un penal", expresó María Ninfa Aquino, la empleada doméstica del matrimonio asesinado en Vicente López, al hacer público en un video sus intenciones de entrevistarse con Martín del Río, hijo de las víctimas y único sospechoso.
"Que me mire a los ojos y me diga por qué me acusó de una cosa tan fea. Yo jamás haría algo así", expresó la mujer que estuvo detenida durante varios días como sospechosa de haber participado en el doble crimen, por indicios aportados por el propio hijo de la pareja.
Aquino acusó a Del Río de haber arruinado a dos familias, aunque ella, "gracias a Dios", la pudo recuperar.
A Del Río, de 57 años, le dictaron la prisión preventiva el viernes pasado, luego que el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, diera lugar a la solicitud que presentaron los fiscales del caso de Vicente López Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería. En las últimas horas, la Justicia aceptó el pedido en ese sentido formulado por los fiscales que investigan el presunto parricidio de Vicente López a José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72).
Estos consideraron que el móvil de los asesinatos se basó en que el hijo menor del matrimonio quería cubrir la deudas financieras que contrajo en los dos años previos, ya que lo iban a dejar "en la calle".
Según indagaron Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, quienes están detrás de la pesquisa, el principal apuntado por el crimen estuvo a cargo de la empresa familiar durante ese lapso de tiempo, mientras su padre cursaba problemas de salud.
En el inicio de la investigación, Aquino había sido acusada como la autora de los dos asesinatos y, de hecho, el propio del Río fue uno de los que la apuntó.
Con el surgimiento de nuevas pruebas, la mirada giró hacia las sospechas sobre Martín. La empleada doméstica permaneció presa durante 13 días. Desde entonces, el hijo menor del matrimonio está privado de su libertad.