El lunes pasado el avión Mitsubishi con matrícula LV-MCV perdía contacto con la torre de control a pocos minutos de haber despegado del aeródromo de San Fernando rumbo a Formosa con tres personas a bordo
Después de una semana de búsqueda al día de hoy la principal hipótesis es que tuvo "algún accidente, pero no es la única" conjetura que se analiza, según manifestó el titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Pedro Irigoin, quien sostuvo que "no hay indicios" de que la aeronave haya "cambiado la dirección", ya que "estaba cumpliendo el plan de vuelo".
En diálogo con radio La Red, al ser consultado sobre las críticas que se hicieron respecto del protocolo de búsqueda del avión, el funcionario respondió: "Ha habido motivo de investigaciones de cómo se activó el programa, pero desde que se activó hasta el día de hoy, el despliegue fue total y con un trabajo muy profesional".
En un comunicado emitido hoy, desde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) explicaron que las lluvias, la baja altura de las nubes y la intensidad de las ráfagas de viento complicaron el rastrillaje con medios aéreos: “Se dispuso realizar el rastreo en las zonas cercanas a San Fernando con aeronaves oficiales que puedan volar en estas condiciones climáticas”, dice el comunicado de la institución.
Desde la entidad dedicada a la aviación civil explicaron que, mientras se rastrea intensamente una amplia zona alrededor del último punto desde el que el avión se comunicó, se recorre también la ruta declarada en el plan de vuelo, desde San Fernando hasta la localidad de Las Lomitas, en Formosa.
Fuentes de la ANAC explicaron que, además de hacer el recorrido en línea recta, se rastrillan 16 kilómetros a cada lado de esa línea. Desde que empezó la búsqueda, la ANAC comandó el rastrillaje aéreo de 227.000 kilómetros cuadrados para encontrar la avioneta y a sus tres ocupantes.
“Lo único en lo que quiero pensar y enfocarme es en tirar fuerzas para que Matías y sus dos compañeros logren volver. Mi convicción y la de todos los familiares y amigos es que están bien”, dice Angie Barbero desde Lincoln. Tiene 25 años y es la esposa de Matías Ronzano, el piloto. Junto a Ronzano viajaba el copiloto Emanuel Vega y Matías Aristi, hijo del dueño del avión y dueño de la empresa agropecuaria Aibal S.A., de Bragado, para la que Ronzano trabajaba desde abril como piloto privado del dueño y de personal de la firma.