Diego Martínez presentó algunos cambios para el partido en Venezuela con la aparición inesperada de Leizza como lateral derecho. Puerto Cabello, sorpresivamente, arrancó mejor y le hizo sentir el rigor físico a Tigre desde el arranque. Tenía el dominio territorial y aprovechaba una zona sin marca que había en el mediocampo del Matador.
Cuando a Tigre ya empezaba a costarle el partido, llegó un regalo del cielo. Castro pateó de afuera y la pelota se desvió en Cáceres. Todo siguió como si nada pero minutos después llamaron del VAR: el balón le dio en el brazo y el árbitro Aragón, pese a no estar convencido cobró penal. Mateo Retegui cruzó el remate y metió el 1-0 cuando Tigre no había pateado al arco.
Pese a la ventaja, la defensa del equipo de Victoria seguía dando ventajas. Puerto Cabello se metía fácil a espaldas de Prieto y de no ser por un cierre milagroso de Luciatti, se hubiera puesto 1-1 instantes después del penal de Mateo. Al rato, otro penal para Tigre, esta vez más dudoso, por una posible mano de Rivero. Retegui volvió a hacerse cargo, cambio de palo, abrió el pie y la pelota se estrelló en el palo.
En los últimos cinco minutos de la primera parte aparecieron algunos espacios en el fondo del equipo venezolano y Tigre pudo respirar con algunas aceleraciones de Colidio, pero nunca levantó vuelo. Hubo muy poca participación de Menossi, Castro y Armoa en ataque, por eso el Matador generó poco, y los laterales se mostraron muy vulnerables.
Tigre salió dormido y sin cambios al segundo tiempo. Lo dejaba venir a Puerto Cabello de manera peligrosa, sumado a mucha imprecisión en salida, pero el déficit técnico de los locales permitía que el resultado siguiera 1-0. Recién a los 60' entraron Zabala y Blondel, por Castro y Armoa, para darle un poco más de volumen al equipo en el fondo y el medio.
Un rato largo de mucha imprecisión y nulas emociones hasta que Menossi rompió la modorra con un buen tiro libre a los 68' que venció la resistencia del arquero de Puerto Cabello, flojo de reflejos, para poner el 2-0 y casi sentenciar el resultado. Lo llamativo es que Cabello siguió siendo el más peligroso: Guerrero estrelló un remate en el travesaño y estuvo a nada de marcar el descuento.
Martínez realizó tres modificaciones más en el último tramo (Prediger, Obando y Espíndola, debut absoluto) y no paso mucho más. La insistencia de Cabello por buscar un gol desapareció rotundamente después del tanto de Menossi y el Matador logró aumentar la ventaja, pensando en lo que se viene y la diferencia de gol. Una jugada que se ensució le terminó quedando a Blondel, que definió pinchándola y puso el 3-0 definitivo.
Con esta gran victoria, Tigre llegó a los seis puntos y quedó con +2 de diferencia de gol. Se ubica segundo, a un punto de San Pablo y dos por encima de Deportes Tolima. Un partido que era trascendental y Martínez y los jugadores supieron sacarlo adelante.