No hace falta matrícula ni vestir delantal blanco. Lo que sí se requieren son ganas de aprender, divertirse y, también, de ser solidario. Esa es la propuesta del Hospital de Juguetes, una iniciativa del Museo del Juguete de San Isidro (MJSI) que este domingo 4 de junio, de 14 a 17, invita a chicos y grandes a reparar juguetes rotos guiados por expertos en la materia para ser donados a distintas instituciones.
“Distintas generaciones se encontrarán en torno de una actividad muy divertida y solidaria, ya que los juguetes reparados serán donados a instituciones educativas de la zona, que también apunta al cuidado del medio ambiente al volver a poner en funcionamiento juguetes que de otro modo muy probablemente irían a parar al cesto de basura", contó Eleonora Jaureguiberry, secretaria de Cultura y Ciudad de San Isidro, sobre el encuentro que se realizará en el museo ubicado en General Lamadrid 197, Boulogne.
Se trata de un evento abierto, gratuito y comunitario que busca darle una segunda oportunidad a los juguetes, alargar su vida útil. Primero, para que otros puedan reutilizarlo y así evitar que se conviertan en residuos. La premisa también es combatir el consumo desmedido para, de esa manera, cuidar el medio ambiente y el bolsillo.
Sin otro requisito que el de querer ser parte, expertos en estas cuestiones estarán guiando cada cirugía, en la que se aprenderá a pegar, coser e imaginar posibles soluciones para que la pieza vuelva al ruedo del mejor modo posible.
Recibidos por la Guardia, cada juguete será derivado a distintos sectores o especialidades. Mecanismos averiados, cables cruzados, prendas descocidas (para eso se contará con la ayuda de algunas vecinas del barrio y alumnas del taller de costura industrial del Centro San Ignacio de Loyola) o, simplemente, una buena lavada de cara y un brushing.
En caso de que ya nada se pueda hacer para reanimar al juguete, bien valdrá pensar en una segunda vida y convertirlo en otro juguete o como pieza de una colección perdida. Para eso, estará con la ayuda de Violeta Argañarás y Martín Carrera, creadores de La Desfábrica, quienes estarán al frente del sector de Traumatología.
“De cada juguete reparado labraremos una pequeña historia clínica para que quien lo reciba pueda saber su historia y por quién ha sido reparado. Además, cada reparador o reparadora recibirá una distinción por haber salvado un juguete”, dijo Cecilia Pitrola, directora del Museo del Juguete de San Isidro.
En síntesis, ser una tarde donde se jugará a reparar y se reparará para jugar, abierta a todo público, sin inscripción previa. No es necesario llevar materiales ni juguetes rotos, porque el museo realizó una colecta desde abril y hay enfermos, muchos, con inmensas ganas de volver a arrancar sonrisas.