El último apresado por el crimen de Gabriel Izzo, el comerciante asesinado en la localidad de San Antonio de Padua, negó su participación en el homicidio, mientras que los investigadores solicitaron la detención de un cuarto sospechoso.
Se trata de Gustavo Damián Potenza, que fue capturado en la madrugada del sábado en uno de los allanamientos realizados en una vivienda ubicada en el cruce de José Enrique Rodo y Gibraltar, a unas cinco cuadras de la Comisaría 5ta de Merlo, en Pontevedra. Fuentes judiciales confirmaron a Télam que Potenza declaró ante el fiscal de la causa, Claudio Oviedo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón, donde negó haber participado en el crimen de Izzo (60).
“Negó la participación en el hecho y negó haber estado en el auto”, dijo un vocero judicial, en referencia al vehículo Volkswagen Gol Power color gris utilizado por los delincuentes para huir tras el crimen y que fue hallado frente al kiosco de unos de los detenidos en la causa. Potenza fue indagado como coautor del delito de "robo calificado por el empleo de arma de fuego, homicidio criminis causa dos hechos, uno de ellos en grado de tentativa y portación de arma guerra".
Su abogado defensor solicitó que amplíe su declaración indagatoria el próximo miércoles luego de que pueda analizar los videos que son las pruebas de cargo contra su defendido.
Por otra parte, los investigadores se encuentran analizando las filmaciones de las cámaras de seguridad de la zona y aguardan los informes del contenido de los teléfonos celulares secuestrados a los detenidos y a los hallados en una mochila durante un operativo en el interior de una pizzería en la que trabajaba uno de los acusados.
El fiscal Oviedo solicitó junto a su colega Marisa Monti el pedido de captura nacional e internacional de un cuarto sospechoso, del cual aún no trascendió su identidad, indicaron las fuentes. Por el crimen de Izzo y el ataque que resultó víctima su esposa aún hay otros dos dos sospechosos que cuentan con pedido de captura nacional e internacional.
Walter Rodríguez Sierra, alias “El Uruguayo”, primer detenido en la causa y quien figura como titular del vehículo utilizado en el hecho, aunque declaró que se lo había vendido a Mac Dougall y que no había realizado la transferencia. El viernes, "El Uruguayo" Rodríguez Sierra amplió su declaración indagatoria ante el fiscal e insistió en su inocencia, informaron fuentes judiciales.
Tras la ampliación de la indagatoria, el imputado se descompensó y debió ser trasladado al sanatorio Oeste de Ituzaingó, donde fue atendido y, una vez estabilizado, fue llevado otra vez a su lugar de detención.
El crimen ocurrió el viernes 9 de junio a las 4.20 en una casa de la calle Italia al 1000, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua, donde vivía Izzo, dueño de un aserradero, junto a su esposa Silvana Andrea Petinari (56), hija del propietario de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo.
Al menos dos delincuentes forzaron una persiana de madera tipo americana de la casa e ingresaron, tras lo cual sorprendieron al matrimonio. Afuera, otros dos delincuentes los aguardaban dentro de un Volkswagen Gol Power gris como "campana".
Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía. En esas circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon con armas de fuego y además lo apuñalaron.
La víctima también disparó, aunque sólo con el revólver dado que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie. Izzo fue alcanzado por al menos cinco proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada y golpeada. En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari (83), quien resultó ilesa ya que no salió de la habitación.
Días después del crimen fue detenido Rodríguez Sierra, dueño del Gol en el que huyeron los ladrones, y también fueron apresados su hijo y un joven de 18 años, quienes fueron liberados. Es que el auto, que quedó filmado por cámaras de seguridad municipales, fue hallado precisamente frente al local comercial perteneciente a Rodríguez Sierra.
Sin embargo, el dueño del vehículo siempre dijo que él no manejaba ese auto, sino que era utilizado por sus empleados de sus comercios.
El informe de autopsia reveló que el empresario recibió cuatro impactos de bala (el mortal en el cuello) y un cotejo balístico que estableció que a Izzo le dispararon con una pistola calibre .380 secuestrada, junto a una Bersa 9 milímetros, en la pizzería "Lo de Cata", situada en Gervasio Pavón al 3500 de Castelar sur, en cuya puerta fue hallado estacionado el rodado en el que se movilizaban los asaltantes.
Esa pizzería, al igual que un kiosco lindero y otros locales de la zona, pertenece a Rodríguez Sierra. Allí, además de armas de fuego, los pesquisas hallaron objetos presuntamente robados a Izzo y a su mujer.