Tigre y Estudiantes de La Plata se enfrentaron en el José Dellagiovanna en la tarde de este viernes e igualaron 0 a 0. Si bien en el arranque fue mejor el Matador, el partido se metió en un tironeo carente de ideas tanto para los dirigidos por Lucas Pusineri como también para la visita.
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Con dos cambios respecto al triunfo en La Bombonera (Cabrera y Zabala por Rojas y el engripado Castro), Tigre le hizo sentir el rigor a Estudiantes desde el minuto uno. Lo puso incómodo con el juego corto en 3/4 y con algunos corners, donde el Matador volvió a hacerse fuerte en este torneo.
El esquema elegido por Pusineri fue un 4-1-3-2 que de a ratos mutaba a un 4-3-1-2, con Menossi y Zabala alternando alturas al costado de Prediger, Paradela suelto y Molinas también muy movedizo detrás de Badaloni. Para los 25', Estudiantes emparejó el trámite y el partido se hizo muy cortado.
Pelotas al lateral, interrupciones y algunos errores hicieron que el ritmo bajara considerablemente. Tigre se quedaba sin ideas cuando pasaba mitad de cancha y le faltaba pase limpio, pese a tener mucha gente delante de la línea de la pelota. Estudiantes con poca generación de juego, buscaba disputarle la pelota al Matador.
Ambos tuvieron sus únicas chances claras sobre el cierre. El visitante primero con un zurdazo a quemarropa de Méndez que sacó Rojas al córner, Tigre que casi se pone 1-0 por un desvío en un jugador de EDLP y por último respondió el Pincha con un remate cruzado de Sosa que el Kily sacó al córner.
Tigre salió sin demasiadas luces al segundo tiempo y se volvió demasiado previsible en sus ataques: faltaba movilidad a favor del pase y mejores decisiones de los que más la tocaban (Molinas y Zabala, ambos de floja performance), por eso para los 20' se hacían desear los cambios
El partido empezó a hacerse desprolijo y a entrar en el terreno del como sea. Entre los 24' y los 27' ingresaron Armoa, Cardozo y Medina, por Badaloni (lesionado), Prediger y Molinas, el más flojo de la cancha. Estudiantes también había hecho modificaciones y seguía amenazando de a ratos.
Transcurrieron los minutos y a ninguno de los dos equipos se le cayó una idea, más allá de que Tigre tuvo más la pelota y fue el que intentó en mayor medida lastimar al arco contrario. Entró Esquivel sobre el final pero no pudo cambiar tampoco la ecuación.
El Matador terminó empatando en un partido bastante chato donde casi no pateó al arco. Colectivamente estuvo muy lejos de ser algo preocupante, pero si dejó un algunos puntos a atender, tácticamente y a nivel individual, de cara al partido del miércoles con Defensa y Justicia a las 16.00 en Varela.
