A nivel mundial la palabra fútbol suele asociarse con Argentina y Brasil. Y todo el mundo tiene alguna referencia sobre sus dos máximos referentes en la historia, Pelé y Maradona. Eso sí, los éxitos de ambas selecciones ya se estaban diluyendo en el pasado. Antes del Mundial de Qatar, la última vez que Argentina había sido campeón del mundo fue en el año 1986. Después de eso, la albiceleste había sufrido dos grandes decepciones en 1990 y en 2014, cuando fue subcampeón del torneo.
Durante ese tiempo, selecciones europeas consiguieron ganar terreno y dejar claro el dominio del viejo continente en este deporte. Francia logró ganar sus dos Mundiales, mientras que Italia y Alemania lograron alejarse de Argentina y meter presión a una Brasil que es la única selección con cinco mundiales. El dominio sudamericano había empezado a quedar como una cosa del pasado.
En Argentina, se empezó a instaurar un clima de desesperanza. Había una gran presión por parte de sus jugadores por volver a repetir las glorias del pasado y una sensación de sus aficionados de que ni con el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, eso iba a ser posible.
Este ambiente negativo se reforzó con haber perdido el Mundial de 2014 y con los dos subcampeonatos seguidos en la Copa América durante la Era Martino. Donde muchos podrían ver crecimiento, en la Argentina se veía como oportunidades perdidas. Unas que quizás nunca volverían.
Lo cierto es que la Copa América de 2021 marcó un antes y un después para la selección Argentina a nivel Mundial. Aunque siempre se le consideró favorita por su historia, ahora lo sería por los resultados. Para el Mundial de Qatar como una de las selecciones a levantar el título según las casas de apuestas, incluso desde antes de empezar la competición. Al final, al título en el torneo sudamericano, se le sumó a las vitrinas de la AFA el trofeo de la Copa de Campeones Conmebol-UEFA 2022 y el tan ansiado Mundial de 2022.
Estos resultados cambiaron la dinámica del fútbol y de la visión a nivel global del deporte y del aficionado albiceleste. Dentro de la Argentina, los resultados se tradujeron en movilizaciones en todos los rincones del país y festejos de días. A nivel económico, esto se tradujo en mayores ventas en productos relacionados con la selección, pero también en una mayor valorización de los jugadores que participaron en estas gestas deportivas.
Hoy en día, todo el ambiente que se creó en torno a la figura de Argentina durante el Mundial, y obviamente en torno a Messi, generó una repercusión para el futuro. La liga argentina empieza a generar más interés y la búsqueda de jóvenes talentos se ha disparado, tanto para el torneo local como para las ligas internacionales.
El reclamo de Messi ha llevado a que su llegada a Estados Unidos despierte un nivel inesperado entre una afición que poco a poco se ha ido interesando por el fútbol. Al final, no hay que olvidar que el fútbol es un fenómeno de masas y que levanta todo tipo de pasiones.
