Pablo Elías Morande es el claro ejemplo del espíritu emprendedor y comprometido de los escobarenses. Es biólogo, tiene 39 años y ha dedicado su vida a la investigación científica, especializándose en hematología y la lucha contra el cáncer. Actualmente se desempeña en el Luxembourg Institute of Health.
Pablo es nacido y criado en Belén de Escobar, hijo de Sergio, un comerciante jubilado y de Silvia, docente de toda la vida. Apasionado por el deporte, de chico jugaba al fútbol en la escuelita de Luis Fanelli, practicó deportes en varios clubes de Escobar, y también disfrutaba jugar al handball en el colegio. Hincha de Independiente, solía juntarse con amigos en la plaza San Martín para tomarse un colectivo que lo llevara hasta Avellaneda y ahí ver al equipo de sus amores. En su adolescencia también incursionó en la música, tocando la batería con una banda de amigos llamada “Rekorcholys” con la que recorrían bares y clubes de la zona.
Actualmente, Pablo vive en Metz, una ciudad del noreste de Francia, desde donde viaja unos 63 kilómetros diariamente a su trabajo situado en la capital de Luxemburgo. Convive con su compañera Ana, oriunda de Bragado, y su pequeña hija Itzel, quien entre tantos viajes nació en Argentina.
Sus investigaciones le permitieron obtener importantes becas científicas como la prestigiosa Marie Skłodowska-Curie Fellowship otorgada por la Comisión Europea (2020), y premios como el Prix Legs Kanning al desempeño sobresaliente en ciencia (Luxemburgo, 2022), y el Premio al Mentor Destacado otorgado por el Fondo Nacional de Investigación de Luxemburgo (2021). Recientemente obtuvo financiamiento por parte de la reconocida sociedad científica estadounidense para continuar sus investigaciones: puntualmente la Global Research Award 2023 de la American Society of Hematology.
Su trayectoria académica comenzó en el Instituto General Belgrano de Belén de Escobar, donde realizó el primario, secundario e incluso hizo el CBC, que en ese entonces se podía hacer en el mismo edificio del colegio. Continuó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, gracias a una beca del Conicet, completó un doctorado en Ciencias Biológicas. Una vez culminado el doctorado, llegó el momento de perfeccionarse en otros países de Sudamérica, luego en Estados Unidos y ahora en Europa.
“Nací en Escobar y es donde proyecto mi futuro. Tengo el deseo de regresar en 2024 para aportar mi conocimiento y experiencia en ciencia y tecnología al servicio de la comunidad”, expresó Morande. También celebró la importancia de promover la educación pública de calidad en su lugar de origen, como el Colegio Preuniversitario UBA Escobar “Dr. Ramón Cereijo” y el anuncio de UNDelta y UNI Esco, universidades que fortalecerán la oferta educativa superior en el distrito.
Su deseo de regresar a su Escobar es testimonio del arraigado afecto por su tierra y el firme compromiso de contribuir al desarrollo de la comunidad. Más allá de la nostalgia, Morande tiene una visión clara sobre su futuro y expresa su preocupación por las recientes declaraciones de candidatos presidenciales que menosprecian el valor de la ciencia y la labor de los científicos.
“Recientemente un candidato presidencial manifestó que los investigadores del Conicet tienen que 'ganarse el pan como lo hacen las personas de bien'. Hace 15 años que investigo cómo acercarnos a una cura para el cáncer, ¿no soy una persona de bien? Cuánta falacia tiene que haber para que se hable de tal manera, para que esa afirmación se sostenga y no se caiga por su propio peso”, cuestionó Morande.
Pablo tiene un claro mensaje de que la ciencia y la educación son pilares fundamentales para el crecimiento y la prosperidad de cualquier sociedad. “La promoción del sistema científico-tecnológico repercute notoriamente en la productividad de múltiples desarrollos, en numerosas disciplinas. Eso está demostrado y funciona, con sus aciertos y errores, de manera creciente en nuestro país", definió el profesional
"El SC-T debe pensarse y promoverse como una herramienta de emancipación, y a la vez, de inserción en el mundo. Eliminarlo implica marginarnos y quitarnos esa posibilidad a todos los argentinos", cerró el biólogo escobarense.
