Tigre consiguió tres puntos de oro al ganarle a Godoy Cruz en el José Dellagiovanna. Arrancó el partido en zona de descenso y luego de vencer por 1 a 0 al Tomba, salió de la zona roja. El Matador jugó un buen primer tiempo y lo aguantó bien en el segundo.
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Con dos cambios en el once inicial (la salida de Sebastián Prédiger y Alexis Castro por Agustín Cardozo y Aaron Molinas), Tigre salió a jugar el partido como tenía que hacerlo: con el cuchillo entre los dientes. En los primeros 15' mordió fuerte en mitad de cancha y tuvo dos clarísimas en los pies de Renzo López (anulada por offside) y José Paradela.
Tigre siguió asediando a Godoy Cruz con pases rápidos y precisos y un Ezequiel Forclaz enchufado, pero el visitante se mantenía en partido y a los 24' marcó el 1-0. Barrea la empujaba abajo del arco pero el línea levantó la bandera por un foul previo a Sebastián Prieto, que no pareció, pero que al fin y al cabo se cobró.
El partido se detuvo varios minutos por un golpe que sufrió Robert Rojas en la cabeza y que lo obligó a salir por Víctor Cabrera. Parecía que Tigre iba a perder el dominio del partido, pero lo recuperó rápido copando la parada en tres cuartos y llegó el merecido 1a 0 cerca del final.
Centro pasado que encontró a Forclaz solo, definición de derecha y delirio de todo Victoria. Tigre se fue al descanso con la ventaja que necesitaba y siendo absoluto dominador del trámite desde lo futbolístico y lo actitudinal.
Tigre salió algo quedado al segundo tiempo, le regaló bastante terreno a Godoy Cruz (y también la pelota) y por eso a los 15' empezó a bajar el "Tigre no nos quedemos" desde la popular.
Después del asedio del Tomba, los cambios de Pusineri le dieron un poco de aire al equipo, aunque la pelota le seguía durando poco. Castro y Reniero entraron por Forclaz y Renzo López, de gran desgaste. El Tomba tiraba la pelota al área y hasta los 30' había encontrado siempre firmes y sólidos a Cabrera y Luciatti.
Godoy Cruz nunca arrinconó a Tigre pero se mantuvo peligroso. Reniero dilapidó varios contraataques y por eso el partido estuvo abierto hasta el último suspiro. El Matador, pese a que se quedó sin ideas, logró resistir y consiguió un triunfo trascendental.
Salió de la zona de descenso (quedó un punto por encima), cortó la racha de siete si ganar y tomó aire fresco de cara al próximo partido ante Belgrano en Córdoba.