Pfizer despidió a 50 empleados de sus oficinas en Villa Adelina

El laboratorio norteamericano dejó sin empleo a medio centenar de trabajadores que se desempeñaban en la planta de esa localidad.

El laboratorio norteamericano Pfizer, cuyos ingresos se multiplicaron durante la pandemia de Covid al haber facturado miles de millones de dólares en vacunas, despidió a más de medio centenar de empleados de su división en San Isidro.

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La novedad fue comunicada por el equipo de Agustina Ruiz Villamil, quien asumió en marzo último al frente de la filial local de la compañía, ubicada en la localidad de Villa Adelina, en los edificios Lumina Thames, a la vera de la ruta Panamericana.

Ruiz Villamil habría sido designada con la intención de reducir los costos operativos del laboratorio y “reacomodar la estructura”, según indicaron fuentes del sector farmacéutico a Noticias Argentinas.

Esta semana, los empleados fueron convocados a las oficinas que tiene la empresa sobre la ruta Panamericana. Cuentan que no hubo mucho prólogo: más de 50 “colaboradores” se enteraron de que estaban despedidos.

Desde fines de agosto había comenzado a circular el rumor dentro de la empresa de que algo fuerte ocurriría, y no sería precisamente para bien.

A nivel mundial, Pfizer está recortando planteles con el fin de reducir costos: sólo en Reino Unido recorta 500 puestos de trabajo en su sede de Sándwich en Kent. Forma parte del programa global de “realineación de costos” que la multinacional dio a conocer el mes pasado.

Así, a lo largo de los últimos meses, en paralelo a los vaivenes de las elecciones, muchos empleados de Pfizer en la Argentina y sus familias atravesaron momentos de altísimo stress, que desencadenaron ahora en el peor final.

Según reporta el sitio especializado Pharmabiz.net, los primeros despidos fueron los de Pablo Plocharski y Mariel Peric, con el fin de fusionar las áreas de Comercial y Acceso.

Pero días después se sumaron 50 despedidos de un plumazo. La mayoría trabajaba en esas áreas, y también en marketing.

Algunos empleados hicieron sentir su descontento no sólo por la forma en que se comunicaron las cesantías, sino que cargaron contra Ruiz Villamil por “no haber dado la cara en ningún momento”.

En la división local buscaron adjudicar la decisión a la casa matriz de Pfizer, en los Estados Unidos.

Como dato irónico, mientras todos se despedían y devolvían sus notebooks y smartphones, otro subgrupo de la compañía aplaudía en un evento realizado en el Marriot Plaza, donde la firma lanzó su vacuna Prevenar 20.

Todo estuvo a cargo de Ignacio Romano, con pasado en Nextel y una década en Pfizer, donde fue escalando peldaño a peldaño.