Desde el anuncio del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y el posterior envío al Congreso de la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei, que actualmente se trata en la Cámara de Diputados de la Nación, diversos colectivos han mostrado su desaprobación con las medidas expuestas y el movimiento cultural fue uno de ellos. A lo largo y lo ancho del país, los artistas y trabajadores de la cultura expusieron las problemáticas que generan estas iniciativas y se pusieron al hombro la tarea de visibilizar esta situación.
En la zona norte del conurbano bonaerense, la Asamblea de Trabajadores de la Cultura de la región, junto con la delegación Zona Norte de la Asociación Argentina de Actrices y Actores y el Consejo Provincial de Teatro Independiente de Zona Norte, vienen articulando propuestas para poder manifestar su repudio a las definiciones presidenciales: asambleas, ruidazos culturales, festivales. Y este fin de semana, habrá dos nuevas manifestaciones del rechazo a las definiciones del ejecutivo nacional.
En la Quinta de Olivos, el viernes 19 de enero a partir de las 19 horas, habrá una acción cultural en la intersección de avenida Maipú y Villate, con espectáculos de circo, teatro, percusión, títeres, música y danza. Estará acompañado, como en cada oportunidad, con un cacerolazo final frente a la residencia presidencial.
Dos días más tarde, el domingo 21, a las 17 horas, la movida cultural se trasladará a la costa de Acassuso, en el partido de San Isidro. En Elcano 1250, un festival acercará a los que estén disfrutando la tarde shows de folklore, títeres, teatro y circo. Además, habrá una radio abierta.
Estos encuentros estarán atravesados por la misma preocupación. Que se privaticen las empresas públicas, que no haya movilidad jubilatoria, que se derogue la Ley de Alquileres, afecta directamente a los trabajadores de la cultura. Pero además, la Ley Ómnibus establece varios puntos que particularmente tienen una afectación mayor sobre el sector: la eliminación del Instituto Nacional del Teatro, el desfinanciamiento de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares y del INCAA, la eliminación del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto Nacional de Música.
"La Ley Ómnibus es inviable porque el sector de la cultura representa el 1,8% del PBI nacional. Lo que se invierte en los organismos de cultura que es lo que quiere recortarse, es el 0,4% del PBI. Esto quiere decir que la cultura es superavitaria. Los trabajadores de la cultura no representamos un gasto al Estado, un derroche, ni mucho menos", explicó en una entrevista con QUE PASA Octavio La Iácona, integrante del Consejo Provincial del Teatro, y agregó que "es una modificación que está mal pensada desde el comienzo".
"Destruir los organismos de cultura es destruir el patrimonio nacional", definió La iácona y sostuvo que "la cultura es una resistencia imparable, pero permitir esto sería un error histórico del cual va a costar mucho esfuerzo volver".
