Tamara Soledad Gómez, la mujer de 33 años que fue asesinada de un balazo en la cabeza en su casa de Merlo, sufrió amenazas durante los instantes previos al femicidio provenientes de su pareja, quien es el principal imputado por el crimen y que se negó a declarar tras ser detenido.
"¿Y si te mato con tu hermano duchándose acá?”, fue la frase que los investigadores establecieron que Matías Esteban Romero (28) le dijo a Gómez antes de dispararle con un pistolón casero y luego, tratar de hacer pasar el hecho como un suicidio.
Según indicaron voceros de la investigación, Romero tenía conflictos permanentes con la mujer de 33 años, ya que tenía celos de que mantuviera la comunicación con su expareja, quien es el padre de dos de sus cuatro hijos.
A su vez, los pesquisas señalaron que al momento del hecho, además del hermano de Gómez, se encontraban en la vivienda dos niñas de 4 y 8 años, aunque aclararon que no eran hijas de la víctima.
Otra fuente con acceso al expediente confirmó que Romero no tenía denuncias previas por violencia de género, aunque manifestó que el joven de 28 años se dedicaba a la venta de estupefacientes al menudeo.
Sobre la relación entre el principal sospechoso y la víctima, el pesquisa señaló que "eran una pareja reciente" y que convivían hace menos de 4 meses.
En cuanto a Gómez, las fuentes afirmaron que era ama de casa y que estaba haciendo actividades de lavandería cuando fue asesinada.
Mientras tanto, los voceros confirmaron que Romero intentaba fugarse al momento en el que fue detenido.
Hoy, el principal imputado fue trasladado a las oficiales judiciales de Morón, donde se negó a declarar ante la fiscal Marina Rueda, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 especializada en Violencia Familiar y de Género de la jurisdicción tras ser imputado por el "homicidio calificado por ser de una mujer y en contexto de violencia y con arma de fuego" y por la "portación ilegal de arma de guerra".
También se negó a emitir declaración Ignacio Bravo, el amigo de Romero acusado de esconder el arma homicida, y quedó detenido bajo la calificación de "encubrimiento calificado".
Finalmente, la fiscal Rueda ordenó la realización de una pericia psiquiatra y psicológica para el supuesto femicida y la realización de una cámara Gesell para que puedan declarar los menores que fueron testigos del hecho.
La muerte de Tamara Gómez ocurrió el pasado viernes, alrededor de las 17, en una casa ubicada en la calle Amado Nervo al 3400, en el barrio Matera, en donde residía la víctima, identificada por la Justicia como Tamara Soledad Gómez, madre de cuatro hijos.
Voceros judiciales y policiales informaron a Télam que efectivos de la subcomisaría de Matera acudieron al lugar tras recibir un alerta en el teléfono de emergencias 911, acerca de un presunto suicidio y se entrevistaron con la pareja de Gómez, Matías Romero (28).
Al lugar del hecho también acudió la fiscal Rueda quien constató la presencia del cuerpo de Gómez, tendido en el suelo con una herida de arma de fuego en la cabeza.
Sin embargo, a la fiscal le llamó la atención que el pistolón calibre 12.70 con el que se habría efectuado el disparo la víctima, no estaba al lado del cadáver, sino que estaba en poder de un amigo de la pareja.
A su vez, la fiscal Rueda obtuvo el testimonio de un familiar de Gómez, a quien una de sus hijas le dijo: “Matu mató a mamá”, por lo que dispuso de inmediato la aprehensión de Romero como principal sospechoso del femicidio.
En tanto, también ordenó la aprehensión de Ignacio Bravo, amigo de Romero, por el delito de “encubrimiento”.