Desde principios de esta semana, tanto en las sedes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) como así también de diferentes universidades nacionales, la comunidad educativa viene llevando adelante manifestaciones en rechazo al recorte presupuestario en educación que realiza el gobierno nacional presidido por Javier Milei y que pone en jaque la continuidad de los programas universitarios en instituciones que se ven fuertemente golpeadas por la disminución en los recursos para su funcionamiento.
En la zona norte, este martes fueron los docentes, estudiantes y autoridades de la regional San Fernando de la Universidad Nacional de Luján quienes salieron a la calle a mostrar su descontentos con esta situación. En avenida Libertador 1700, donde se encuentra la sede, la comunidad llevó adelante un abrazo simbólico un volantazo y un semaforazo para visibilizar la situación.

"En defensa de la educación pública", "La UNLu está en peligro", "La UNLu no se cierra", "La educación nos es un gasto, es inversión", fueron algunos de los carteles que se vieron en a lo largo de la jornada.
El reclamo va de la mano con el momento económico que viven las universidades públicas de nuestro país y que viene nucleando desde principios de semana a miles de estudiantes, docentes, investigadores y autoridades a lo largo y lo ancho del país de diversas casas de altos estudios.
Entre las consecuencias del congelamiento presupuestario y el desfinanciamiento educativo, desde las diferentes universidades sostienen que redundará en menos clases, menos calidad académica, menos edificios, menos becas, menos servicios en los centros de salud, menos investigación científica y menos seguridad en las facultades. Además, no dejan de advertir por el posible cierre de instituciones que no puedan hacer frente a la delicada situación económica.
