No hay festejo de fin de año en la que los vecinos no recurran a la utilización de pirotecnia como divertimento al momento del brindis, pese a las diversas y cada vez más frecuentes campañas de concientización que se realizan en redes sociales y en las calles.
Uno de los principales efectos que tiene el uso de fuegos artificiales es el daño que provoca a los animales, y en Tigre ocurrió un ejemplo concreto de esto, en la madrugada del 25 de diciembre, mientras unos niños tiraban petardos en la calle y un perro de la zona, con intención de jugar con la pirotecnia, lo agarró con su boca cuando estaba prendido.
El petardo explotó y le provocó heridas de gravedad, que derivaron en que el animal comenzara a desangrarse. El hecho fue denunciado por los vecinos en las redes sociales.
El perro, considerablemente herido, tuvo que ser inducido a una muerte menos dolorosa, de acuerdo a lo que contaron los vecinos.