Morón: condenaron a 28 años de prisión a un pastor por abuso sexual

Eduardo Horacio Verón fue sentenciado tras ser encontrado culpable de múltiples abusos cometidos contra un joven durante varios años.

Eduardo Horacio Verón, quien estuvo al frente de la comunidad religiosa "La Hermosa" en la localidad de El Palomar, fue condenado a 28 años de prisión por la Justicia de Morón. Verón fue hallado culpable de abuso sexual en perjuicio de un joven, a quien sometió desde los 11 hasta los 15 años. El veredicto fue emitido por el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Morón, bajo la presidencia del juez Humberto González, después de que un jurado popular lo declarara culpable por unanimidad.

La investigación inicial fue liderada por el entonces fiscal Sergio Dileo, quien actuó tras la denuncia presentada por el padre de la víctima. Los abusos se produjeron durante un período de tres años en el templo donde Verón ejercía su ministerio, ubicado en la calle El Paraíso al 400, en El Palomar.

A pesar de que los fiscales habían solicitado una pena de 30 años, el juez dictaminó una condena de 28 años. Verón permanece detenido desde mayo de 2022 en la Unidad Penitenciaria Nº 39 de Ituzaingó.

Verón fue condenado por abuso sexual gravemente ultrajante en dos ocasiones, agravado por su condición de ministro de culto, y por un tercer hecho de abuso sexual con acceso carnal, también agravado. Además de la pena de prisión, el juez ordenó que Verón sea inscrito en el Registro de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual de la provincia de Buenos Aires y dispuso la extracción de muestras biológicas para los registros oficiales.

El caso

El caso salió a la luz cuando el padre del joven notó un cambio en el comportamiento de su hijo tras mudarse a su casa en Caseros. Al revisar su teléfono móvil, descubrió que Verón continuaba enviándole mensajes de WhatsApp, los cuales el joven intentaba borrar.

Para reunir pruebas, el padre utilizó una aplicación que le permitía duplicar los mensajes recibidos en tiempo real a otro dispositivo. Las pericias psicológicas realizadas al joven evidenciaron las graves consecuencias emocionales de los abusos, reflejadas en "vivencias abusivas y escenas traumáticas" que sufrió entre los 11 y 15 años.