El INTA mostró su preocupación por el cierre de escuelas en el Delta

    Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sostuvieron en un comunicado que "cada escuela brinda un marco irremplazable para el encuentro y articulación comunitaria y que no podemos prescindir de ninguna de ellas" y contaron las actividades que allí se realizan junto a la comunidad.

    Mediante un comunicado, el INTA, manifestó su inquietud ante la medida adoptada por la provincia de Buenos Aires de cerrar ocho instituciones educativas en islas del delta sanfernandino, y destacó las actividades que allí se realizan junto a la comunidad educativa.

    "Nos inquieta la perspectiva del nuevo esquema del sistema educativo en tanto entendemos que cada escuela brinda un marco irremplazable para el encuentro y articulación comunitaria y que no podemos prescindir de ninguna de ellas", manifiestan en el escrito, difundido por redes sociales.

    En esta línea, desde el instituto afirmaron además que "las escuelas en el Delta son núcleos de actividad comunitaria, no solamente por su función propiamente educativa formal, sino por su calidad de espacios públicos (escasos en el Delta) que funcionan como ámbitos de comunicación, integración y convocatoria".

    El comunicado completo publicado por el INTA:

    Escuela que cierra es un arroyo que muere...

    A la comunidad isleña, funcionarios nacionales, provinciales y municipales, colegas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y otros organismos del sistema de ciencia y tecnología, empresas e instituciones del Delta, medios de comunicación y todo aquel que comparta o se interese por la problemática isleña.

    Desde el INTA Delta y sus Agencias de Extensión, vemos con inquietud las medidas adoptadas recientemente al respecto de la reestructuración educativa consistente en la clausura de escuelas de nivel inicial y primario en el Delta. Las mismas tomaron conocimiento público a pocos días del comienzo del ciclo lectivo de este año.

    Como organismo participante del entramado científico-tecnológico y académico del Delta, así como también del institucional y social, y particularmente como individuos cuya actividad laboral cotidiana transcurre en este querido lugar del mundo, nosotros nos sentimos parte de este paisaje social, así como de sus problemas. La nuestra es una más de las voces que han de participar de los intercambios de ideas relevantes, ya sea para planificar y construir el Delta que queremos, como también para reaccionar cuando aparecen contextos desfavorables o situaciones ante las cuales es posible rectificar el curso de los hechos para aprovechar mejor el potencial que todo este entramado tiene para dar.

    Al respecto de la reestructuración propuesta, y para nutrir la toma de decisiones basada en información de calidad, queremos aportar como información relevante que, como institución técnica avocada al apoyo al desarrollo rural, nosotros trabajamos activamente con prácticamente todas las escuelas del territorio, muchas veces en las escuelas, y en TODOS los casos, con la comunidad local de cada escuela en los distintos niveles. Las escuelas en el Delta son núcleos de actividad comunitaria, no solamente por su función propiamente educativa formal, sino por su calidad de espacios públicos (escasos en el Delta) que funcionan como ámbitos de comunicación, integración y convocatoria.

    El INTA desarrolla distintas actividades con y en las escuelas. A modo de ejemplo: talleres en huerta, granja, frutales y alimentación saludable, identificación de referentes locales y promotores, distribución de insumos vivos, herramientas, otros materiales y bibliografía para la producción de alimentos, talleres y jornadas participativas, articulación con las asociaciones cooperadoras e instituciones del medio, ferias, participación de eventos escolares abiertos con alcance comunitario, entre otros.

    En la EP n° 19 y el JI n° 920 del arroyo Las Cañas se llevó a cabo una experiencia localmente innovadora de gran repercusión: el cultivo de hongos comestibles, que como proyecto didáctico integró clases y charlas sobre distintos aspectos con la práctica del cultivo, incluyendo desde la inoculación hasta la cosecha, e incluso la cocción y consumo del producto. Tanto docentes y auxiliares como alumnos multiplicaron la experiencia en la comunidad escolar. En el predio de la escuela se construyó una huerta escolar ejemplar con gran variedad de especies típicas y especiales, se cultivaron frutales, y se distribuyeron diversos insumos para la producción de alimentos. La escuela tiene su propio invernáculo para la producción de plantines de todo tipo, hecho con materiales reciclados. También la escuela fue sede de proyectos interinstitucionales para la identificación y producción de plantas nativas.

    En la EP n° 18 y el JI n° 904 del Felicaria se desarrolló un proyecto sobre huerta vertical, se distribuyeron plantines de aromáticas y se cultivaron frutales en el predio de la escuela, además de ser uno de los puntos de distribución de aves ponedoras destinadas a la mejora de la alimentación de la comunidad local.

    En la EP n° 13 y el JI n° 919 del Paycarabí se distribuyen regularmente semillas para huertas de las familias vecinas, en articulación con promotores locales y personal de la Municipalidad de San Fernando. La escuela es el nodo que permite que este intercambio sea fácil, económico, y afiance los lazos comunitarios locales a la vez que se fomentan prácticas productivas de gran ayuda para la población vecina.

    Estos son solo algunos ejemplos que grafican las actividades del INTA en las escuelas del Delta. Nos inquieta la perspectiva del nuevo esquema del sistema educativo en tanto entendemos que cada escuela brinda un marco irremplazable para el encuentro y articulación comunitaria y que no podemos prescindir de ninguna de ellas.