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El hemisferio norte ansía la llegada del tercer mes del año para dar la bienvenida a la primavera, a los días más largos, a más horas de luz, a las mangas cortas y los amaneceres tempranos, de esos que gustan hasta para entrar a trabajar. En el otro lado del mundo, los países del hemisferio sur empiezan a abrir la puerta al armario de las gabardinas, las chaquetas e incluso las botas.
Son muchos los destinos ideales para viajar en otoño, pero Argentina sin duda se lleva el premio a uno de los lugares más mágicos y de ensueño en su época de otoño, la que ahora empieza a florecer. El otoño es una de las estaciones más queridas por los argentinos, ya que sus temperaturas suelen ser suaves, lo que invita a las personas a salir a la calle y disfrutar de los miles de planes que alberga este país en cada una de sus ciudades y localidades.
Aunque es cierto que en Argentina hay una gran cultura del azar y la suerte en casinos o con los juegos disponibles en https://www.casino777.es/ruletas, la gastronomía es otro de los grandes fuertes de este país, y en otoño es cuando más complicado es coger sitio en los restaurantes de moda de Argentina. Uno de los planes más demandados en esta época: salir a pasear, disfrutar de las hojas cayendo de los árboles y terminar el día con una cena increíble.
Argentina en otoño: una postal para el recuerdo
Es cierto que cualquier ciudad del mundo al teñirse del marrón y amarillo típicos del otoño se convierten en lugares llenos de magia, pero Argentina tiene algo que la hace única en esta época. De hecho, en el año 2024, varios medios recogieron que en esta temporada o en meses cercanos, desde enero a marzo, Argentina recibió a una buena cifra de los millones de turistas a los que abre sus puertas cada año.
Otoño en Buenos Aires
No solo los argentinos adoran esta estación previa al invierno, sino que los turistas de todo el mundo eligen estas fechas para pasar unos días conociendo el país, y si pueden elegir, viajan a Buenos Aires, la gran capital argentina. Conforme entra de lleno el otoño, la ciudad empieza a teñirse de colores más cálidos, de esos que te atrapan y que te hacen querer quedarte por más tiempo.
El color de las hojas cambia de rojas a marrones, naranjas, amarillas y ocres, un plan que de repente encanta y se convierte en favorito. Sí, pasear por las hojas de colores es uno de los mejores planes para esta temporada. De hecho, si a una de las actividades más recomendadas por médicos y expertos en salud, caminar, le sumas, caminar por paisajes llenos de hojas de colores, es un extra para conectar con uno mismo, con los pensamientos más internos disfrutando de una imagen de las que llenan la retina para siempre.
Y como no, tomar café pasa a ser el plan de moda en otoño. Y Buenos Aires es la cuna del café argentino de especialidad, por lo que al paseo sobre las hojas de colores se le puede poner como broche de oro un buen café calentito con amigos, familiares, pareja o incluso teniendo una cita con uno mismo, un plan más que necesario. Tal es la pasión argentina por el café, que uno de sus municipios, San Isidro, organiza un Paseo del Café, permitiendo a quienes acuden disfrutar de los comercios más típicos para tomar café en este municipio.
Otoño en la Patagonia
La Patagonia siempre es un destino que visitar, pero es cierto, que los meses más recomendados son de abril a septiembre, es decir, los meses de otoño y el invierno. La región Patagónica Argentina es un área que engloba las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Hay una especie de debate no escrito entre los argentinos acerca de qué localidad es la más bonita de este entorno, aunque muchos lo tienen claro: el Parque Nacional Torres del Paine. Y es que este parque es famoso por sus altísimas montañas que casi parecen rozar el cielo, los glaciares, sus bosques verdes, praderas con ríos que las atraviesan y sus infinitos lagos. En definitiva, un lugar ideal para salir a andar, salir a correr o simplemente dar un paseo escuchando música o sentarte a los pies de algún lago a disfrutar de lo bonita y pura que es la naturaleza.
El norte de la Patagonia bordea la Cordillera de los Andes, pero no es tan famosa como el Parque Nacional Torres y a veces pasa desapercibido para los turistas, incluso para muchos argentinos. Esta Cordillera tiene en sus pies a la localidad argentina Mendoza, otra localidad de parada obligatoria. Un lugar no solo famoso por estar casi en lo alto de las montañas, aunque esto es más bien un efecto óptico; sino por su costumbre de tomar vino. Otro plan ideal para un buen sábado de otoño brindando con seres queridos ante uno de los atardeceres en los Andes.
Iguazú
No se puede decir que has ido a Argentina si no has pasado unos días, como mínimo, en las cataratas del Iguazú; pero si es posible se recomienda visitarlas en la temporada estival de otoño. Dado el clima de esta época, es más asequible pasar un día entero disfrutando de un buen picnic en plena naturaleza sin sufrir altas temperaturas.
Parque Nacional los Glaciares: El Calafate y El Chaltén
Durante los doce meses del año, este parque recibe la visita de miles de ojos que admiran su riqueza de flora y fauna. Pero, en otoño la magia se magnifica: las hojas pasan de ser verdes a brillar con un vibrante rojo y color ocre. Dos colores que se mezclan con el azul turquesa del lago y los glaciares azulados. Este Parque es un sitio ideal para desconectar conociendo un paisaje diferente que se quedará en el recuerdo de por vida.