Este miércoles, los trabajadores y delegados de la Línea 60 realizaron una protesta en la cabecera que la empresa Monsa (Grupo DOTA) posee en Ingeniero Maschwitz, pocas horas antes de una nueva reunión entre empresas del sector y la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
El reclamo central es la exigencia de una recomposición salarial que eleve el sueldo básico a $2.500.000, cifra que, según expresaron, responde al actual costo de vida.
La convocatoria también apuntó a cuestionar la postura de la conducción nacional de la UTA, que no se sumó al paro general convocado por la CGT la semana pasada tras el dictado de la conciliación obligatoria por parte del Gobierno nacional.
A través de un comunicado, los delegados señalaron que la paritaria del sector se encuentra “retrasada y estancada” y que el reclamo se da “en el marco de una reunión entre el sindicato, las cámaras empresarias y el gobierno, mientras transcurre una conciliación obligatoria”.
“Los trabajadores del transporte exigimos una recomposición salarial para afrontar las necesidades básicas. Según el costo de vida, lo justo para nuestra actividad es un sueldo de 2.500.000 pesos, teniendo en cuenta vivienda, comida, educación, salud, servicios y vestimenta”, destacaron.
Además, pidieron que la UTA convoque a “un plan de lucha en unidad con el movimiento obrero, con asambleas por cabeceras haciendo participar a todos los trabajadores del transporte”.