En la primera sesión de año, el Concejo Deliberante de Escobar aprobó un proyecto enviado por el intendente Ariel Sujarchuk, donde se autoriza la venta del predio del puerto de Escobar. Que Pasa entrevistó Diego Castagnaro, una de las pocas voces críticas que se opusieron a este proyecto en el legislativo local.
En el comienzo de la charla, Castagnaro hizo un poco de historia y explicó que: "En el año 1958, la Provincia expropió esas tierras a una familia con la finalidad de hacer un puerto y una estación fluvial. Después, en el año '79, se le transfiere el uso y el funcionamiento de ese puerto de frutos a la municipalidad de Escobar, para que siga siendo puerto de frutos y de producción. Entonces, en principio, estamos alterando aquello por lo que fue expropiado".
De procedencia radical, integrante del bloque de Cambiemos, Castagnaro junto a Chmith, fueron los únicos dos votos en contra de la venta, en una votación que terminó 21 a 2 y donde hasta el resto de su bloque acompañó el proyecto oficial. “Nosotros queríamos que se siga estudiando, porque quizás, podemos estar equivocados nosotros. Pero una cosa tan importante merece estudio. Estamos afectando de por vida tierras que son propias” señaló dejando en claro que: “no pienso mal de todos los concejales que votaron a favor de esto. Todo lo contrario. Deben estar soñando con tener un lugar mejor para el disfrute y para toda la población. Pero me parece que no es el camino, que es una equivocación y que se han dejado llevar por el apuro del Intendente”.
“no pienso mal de todos los concejales que votaron a favor de esto"
“Con la venta del puerto estamos afectando para siempre el patrimonio de todos los escobarenses”, insistió Castagnaro, y afirmó no encontrar argumentos para realizar una venta, en lugar de una concesión: “Si en lugar de venderlo, lo concesionás, vos seguís teniendo la llave para recuperarlo y también para tener un ingreso de recursos”.
Profundizando en esta línea comparó el caso a un hecho que tuvo gran relevancia pública en la década del '90: “En la época de Carlos Grosso – en la intendencia de la entonces Capital Federal - cuando se concesionó Costa Salguero fue un escándalo. Y eso se recuperó. Imaginémonos si hubiera sido una venta, hubiera sido más escandaloso aún”, y remarcó que “nadie nos dio un argumento de por qué vender el puerto y no hacer una concesión”.
En cuanto a la finalidad que expresa el proyecto votado, el desarrollo de la costa de Escobar, Castagnaro dijo: “Todos queremos embellecer los 500 metros de costanera. Esa es la zanahoria que muestra intendente. Pero el puerto se está vendiendo en $15 millones, que es un 0,5% del presupuesto municipal, y la mitad de lo que vale una casa muy cara en Nordelta 2”.
“nadie nos dio un argumento de por qué vender el puerto y no hacer una concesión”
También se refirió a la polémicas acerca de si la venta es de todo o parte del predio y sobre el destino de las actividades que hoy se desarrollan en el lugar. En este sentido, Castagnaro afirmó que “el Municipio dice que va a vender sólo un tercio del puerto, pero la ordenanza claramente habilita a todo. Si el día de mañana quiere venderlo, ya está autorizado”.
Con respecto al Club de Remo, el concejal dijo que: “Al club lo trasladan y lo plantan frente a un arroyo. La gente del club dice que el Intendente los autoriza a modificar el curso del arroyo, pero intendente no es un emperador y para realizar eso hay que tener la autorización de organismos provinciales”.
Al respecto de los emprendimientos económicos que funcionan en el lugar, Casatgnaro negó que sean “usurpadores” y señaló que “nadie que paga Seguridad e Higiene es usurpador. No son usurpadores. Han tenido una venia por casi 80 años. Seguramente algo que tiene que cambiar. Pero los tipos están cumpliendo con lo que fue el decreto y el uso de ese puerto".
“El puerto es muy pequeño, entran camiones con doble acoplado para descargar madera, vacunos, miel, colmenas. Yo no veo a un Starbucks instalado ahí, al lado de un camión con acoplado donde se cae una colmena y se meten todas las abejas al local”, razonó Castagnaro y concluyó: “A mí me encanta la idea de tener un corredor gastronómico, pero se puede hacer a un kilómetro, donde hay en venta más de 20 hectáreas, se puede sacar un crédito, hacer una inversión importante y no hacemos un mamarracho”.