¿Cómo explicar lo inexplicable? ¿Cómo intentar entenderlo con tan sólo 6 años de edad? Estas son algunas de las preguntas que propone Verano 1993. Nuestra protagonista es Frida, una niña que acaba de perder a sus padres. Sus tíos se hacen cargo de ella y la llevan a vivir junto a Anna, su hija de 3 años, a una finca en Cataluña. Frida empieza allí una nueva vida con su familia adoptiva. Pero tiene una rebeldía que no puede explicar. No sabe bien lo que le pasa.
Verano 1993 es una historia sencilla y profunda. Basada en la infancia de la propia directora, evita los golpes bajos y los lugares comunes. Con sutileza narra la adaptación de una niña para lo que ningún ser humano está preparado: la muerte.
Carla Simón construye una puesta en escena basada en el punto de vista de la niña. Una decisión acertada que permite identificarnos con ella y sus emociones. Además se destaca un enorme trabajo en la dirección de actores, logrando un naturalismo y una frescura presente en muchas escenas del film.
[vc_custom_heading text="VOY: para disfrutar de un realismo difícil de conseguir en relación a la actuación de niños frente a cámara." font_container="tag:h2|font_size:20|text_align:left|color:%233bba18|line_height:1" css_animation="bounceInRight"][vc_custom_heading text="NO VOY: si busco un ritmo vertiginoso." font_container="tag:h2|font_size:20|text_align:left|color:%23b72424|line_height:1" css_animation="bounceInLeft"]