Familiares y amigos de jóvenes asesinadas, junto organizaciones sociales realizaron una conferencia de prensa en la estación de Tigre en reclamo por 'más justicia y menos impunidad' en el esclarecimiento de una serie de crímenes que vinculan a redes de trata y narcotráfico. Se prevé una movilización para la semana próxima.
Por Sofia Gnädinger - Fotos: Nicolás Wolkowicz
El jueves al mediodía se realizó una conferencia de prensa en la estación de trenes de Tigre por los crímenes contra mujeres jóvenes de los barrios más humildes del distrito. Según afirman familiares y representantes de organizaciones sociales, los crímenes estarían vinculados con “redes de trata y narcotráfico que cuentan con el amparo de la policía, jueces y políticos”.
La conferencia fue convocada por familiares y amigos de las víctimas de la inseguridad. Una veintena de vecinos se acercaron a la estación para escuchar los reclamos de los familiares referidos al esclarecimiento de los crímenes de Tamara López, Micaela y Nancy Fernández, Solange Aguirre, Sergio Lorenzini y Diego García; el desmantelamiento de las ''redes de narcotráfico y trata de personas amparadas por la policía, jueces, fiscales y políticos''; el abuso policial y la indiferencia de las autoridades políticas del distrito.
La semana pasada los mismos familiares, vecinos y organizaciones realizaron una marcha hacia la Fiscalía de General Pacheco, acusada de encubrimiento y obstrucción al acceso de información.
La primera en tomar el micrófono fue Sandra Muñoz, mamá de Diego García, joven que apareció muerto en la comisaría Primera de Tigre luego de ser detenido por una patrulla municipal en octubre de 2013.
''Seguimos esperando justicia por mi hijo, ya hace un año y cinco meses que lo encontraron muerto en una comisaría y todavía espero que se investigue a los policías. La fiscalía a cargo quiere cerrar la investigación contra los efectivos acusados'', afirmó Muñoz.
Por su parte, Julia Ibarra, mamá de Tamara López, una joven de 21 años que apareció muerta el último 24 de enero en un terreno del frigorífico Rioplatense del barrio Las Tunas, también se hizo presente y con la foto de su hija colgada afirmó: ''Hasta ahora no tengo ninguna novedad de parte de la fiscalía, a nuestra abogada, Gabriela Conders, tampoco le permitieron ver la causa. Hasta no tener el acceso legal que nos están negando voy a hacer responsable de lo que se llegue a perder en esta causa, acuso a la fiscalía de Pacheco por encubrimiento, al municipio y a los fiscales''.
''La comitiva de policías dentro de la comisaria Sexta me insistieron para que no hiciera marchas la noche que murió mi hija, que no lo vuelva mediático y político, cuando la política la empezaron a hacer ellos'', sentenció Ibarra.
También denunció una serie de irregularidades policiales y judiciales en la investigación de la muerte Tamara, cuestionamientos que repitieron familiares de otras víctimas.
Julia relató que no reconoció el cuerpo de su hija de manera habitual en la morgue, sino en la cochería del Talar, ubicada en la esquina de la comisaria sexta.
Luego de realizarle la autopsia le informan telefónicamente que transportaron el cuerpo a la morgue del cementerio de Benavidez. ''El cementerio municipal de Benavidez no tiene morgue'', aclara Julia con voz entrecortada.
''El cuerpo de mi hija fue manipulado, ¿quién le dijo que lo llevaran y lo pusieran dentro de un cajón? ¿no se supone que si levantas un cuerpo va directo a la morgue?'', se cuestionó la mamá de Tamara.
Las irregularidades continuaron, el certificado de defunción forense asignaba a Tamara como NN, caratulado como 'muerte en la vía pública'. Cuando el cuerpo había sido encontrado en un terreno fiscal. Sin oficio de exhorto, sin documentación de datos personales ni el consentimiento de un familiar, Julia se pregunta quién le dio la orden a la cochería del Talar para que hicieran el sepelio su hija.
Según relató, esa noche después de que reconociera el cuerpo de Tamara, la llamó su hija de 14 años llorando porque un patrullero del COT (Centro de Operaciones Tigre) fue a su casa y le insinuó que venían de parte del municipio a ofrecer un cajón para el cuerpo de la chica que apareció muerta. Julia todavía no le había dado la noticia a ningún familiar.
''Entre el municipio, la policía y los fiscales yo los hago responsables directos de haber manipulado al cadáver de mi hija, y no haber contemplado la situación de dolor, yo no estoy haciendo política, la política la empezaron ellos'', concluyó Julia Ibarra.
El tercero y último orador fue Eugenio Fernández, abuelo de Micaela y padre de Nancy. Un hombre que llegó desde su comunidad qom del Chaco a este distrito bonaerense en el 1962.
''Hasta ahora no hemos tenido noticias. A mi nieta y a mi hija las mataron. No creemos lo que dice la policía, a Micaela la encontraron muerta dentro de la casa de un narco. Mi hija fue a hacer la denuncia a la comisaria esa misma noche y en vez de tomarle testimonio, los policías le pegaron y la insultaron verbalmente. Después de eso la policía científica dice que mi hija se mató, la causa está en mano de un abogado y hasta ahora no sabemos nada'', afirmó Fernández.
Las muertes de Nancy y Tamara se encuentran a cargo de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género y Abuso Sexual. La abogada Conders insiste en que "no pueden negar la coincidencia en estas muertes bajo la misma modalidad", habla de complicidad entre ''policías, fiscales y políticos''.
Para el viernes próximo se prevé una nueva movilización, los familiares y vecinos acompañados de organizaciones sociales partirán desde la estación hacia las puertas de la municipalidad a partir de las 10 hs.