Sólo quienes tienen mascotas entienden ese vínculo tan particular que explica la historia de este perro, que no se movía de al lado de la tumba de quien en vida había sido su dueño y que generó una campaña por las redes sociales para conseguirle un nuevo hogar.
Blanco, de machas negras, fue bautizado “Peque” y pasaba los días junto a la tumba de su dueño. Y esto fue descubierto por Julián Frattini Occhi y compartido en las redes sociales: “Les cuento que una vez por semana voy a visitar la tumba de mi madre al cementerio de Boulogne. Mas allá de la tristeza y el dolor personal que siento por su reciente, no puedo evitar sentir una mezcla de tristeza y ternura por un ser que todavía está con nosotros, un hermoso perrito de avanzada edad, que nunca abandona la tumba de quien pareció ser su dueño antes de dejar este mundo".
Los trabajadores del cementerio contaron que el perro "no quería irse" y Julián agregó que, cuando quiso agarrarlo, no lo dejó por miedo a que lo alejen de su dueño. Por esto pidió en el grupo de Facebook al los que visten el lugar que lleven comida y un tacho con agua, mientras buscaba una familia que se hiciera cargo. Inmediatamente, los vecinos viralizaron la publicación.
A los pocos días, un hombre se ofreció a adoptarlo, pero finalmente no lo realizó. Peque sigue en el cementerio, hay vecinos que diariamente se ocupan de llevarle comida y Julian sigue en la búsqueda de alguien que quiera adoptarlo (facebook de Julián: https://www.facebook.com/JulyFrattini).