Ribera Norte de San Isidro, la primera reserva ecológica municipal del país, ubicada en Camino de la Ribera 480, es uno de los lugares de la región que cuenta con gran variedad de aves autóctonas de la Argentina, y sus puertas están abiertas para el avistaje e investigación de las mismas.
Según un estudio realizado por la Dirección de Ecología y Biodiversidad sanisidrense, la Universad Maimónides, Fundación Azara y observadores de fauna avícola de CEAMSE que colaboraron, en las más de 50 hectáreas del parque (20 terrestres y 30 de agua), se detectaron 272 especies de las 1.040 que están contabilizadas en suelos y cielos argentinos en los últimos 10 años.
Todos los días, la reserva se encuentra abierta para los fanáticos del avistamiento de aves, actividad conocida mundialmente como “birdwatching”. Allí, se pueden encontrar con especies poco comunes como la pajonalera, el federal o el aguilucho pampa. El lugar está disponible de 9 a 18 horas para quienes quieran acercarse con fines recreativos o de investigación. Se recomienda comunicarse previamente al para realizar las visitas, ya que por lluvias o sudestadas el espacio no presta servicios.
Quienes deseen concurrir en la actualidad podrán encontrarse con 218 de estas especies, de las cuales la mayoría es nativa. "De las 218 especies de aves presentes, 111 (51%) son residentes del lugar, es decir, que le dan un uso al hábitat que encuentran en la reserva durante todo el año. Mientras que 90 (41%) son transitorias, sus registros son esporádicos, tal vez porque no encuentran el ambiente ideal, o su nicho ecológico ya está ocupado por otra especie ya residente", destaca el informe, que puede encontrarse en la página de la Fundación Azara.
Esto constituye el 20% de ejemplares del país en un mismo espacio, y de acuerdo al relevamiento. Además, Argentina cuenta con más del 10% de las especies de aves a nivel mundial.
“Esto es gracias al cuidado del medioambiente que llevamos a cabo en la reserva, en un entorno sano, natural y conservado, en donde hay micro ecosistemas ideales para el hábitat de las diferentes especies”, explicó Bárbara Gasparri, directora de Ecología y Biodiversidad de San Isidro. “La multiplicidad de ambientes existentes en la ribera, como la laguna, juncal y bosque, sumado a la plantación y control de flora autóctona ayudan a este fenómeno”, contó.