Codo a Codo contra las adicciones: Los grupos de apoyo y contención que funcionan en San Fernando

El programa “Codo a Codo” funciona semanalmente en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí y en el Centro de Integración Comunitaria de Villa Jardín. Próximamente, habrá otro grupo en el barrio San Ginés.

Las adicciones son uno de los flagelos que pueden identificarse en diversos sectores de la sociedad, pero que se ven reflejados mayormente en aquellos que sufren algún tipo de vulnerabilidad social, y en el proceso de recuperación ante esta situación es necesario contar con espacios de contención y asesoramiento, no sólo para las víctimas, sino también para las familias.

En San Fernando, los grupos de Codo a Codo trabajan para asistir a jóvenes y adultos con esta problemática. Se trata de un programa municipal desarrollado por la Dirección General de Desarrollo Humano, Contención e Inclusión Social que brinda apoyo en dos espacios para que los vecinos puedan concurrir semanalmente junto con sus familias.

Cerca de 15 personas participan en cada una de las reuniones, que actualmente se llevan adelante los lunes en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, ubicada en Gandolfo y Portugal, y los miércoles en el CIC de Villa Jardín, en Guatemala 3069, donde los vecinos interesados en participar pueden dirigirse. Los encuentros comienzan a las 18, y duran alrededor de dos horas. Próximamente, buscarán abrir un grupo en el barrio San Ginés.

Hernán Rondán, el Coordinador del Centro Convivencial Terapéutico Casa de Día y de los grupos explicó que los encuentros son coordinados por un operador terapéutico. “Se habla mucho de la contención, el amor y el entendimiento. Se trata de que ellos puedan sentirse queridos y contenidos por sus pares, y los que tienen más proceso van recibiendo a los nuevos.”

“Al ver esta problemática en uno de sus miembros, los familiares llegan con una angustia muy grande, con mucho dolor y sufrimiento; el grupo los contiene, los recibe, y les da las herramientas para poder solucionar el problema”, contó.

Por otra parte, Emiliano González, psicólogo y coordinador de grupos, destacó el trabajo y compañerismo del grupo, donde “se trabaja la problemática del consumo, y a la vez con los familiares, porque la adicción no es solo problema del que la padece, sino que trastorna todas las relaciones familiares, por eso la posibilidad de extender la contención a la familia, que son un 25 % de la voluntad al cambio de cada persona”.

Entre los participantes de Codo a Codo hay historias que se encuentran cada semana para compartirse y ser contadas. Aldo tiene 40 años, y relata que "estaba muy enfermo por el consumo" y por ese motivo se contactó con el grupo. "Tenía muchos problemas, perdí mi familia, me quedé sin nada. Gracias al grupo empecé a ver las cosas de una manera diferente, positiva. Cuando una persona está enferma, no se da cuenta de la realidad. Los del grupo son bárbaros, te dan mucha contención, mucho aprendizaje, amor y amistades. Nos escuchamos unos a los otros y nos ayudamos, todos en contacto para ayudarnos cuando uno se siente mal”.

“Traje a mi hijo de 24 años, porque lo veía mal y me pidió ayuda, y desde el momento que ingresó acá el cambio fue rotundo. Se expresa más, hay cosas que conmigo nunca hablaba, y ahora lo habla. Es más compañero, comparte más cosas con la familia, trabaja y llega para ir directamente al grupo. Es bueno que la familia ayude a los chicos”, dice Susana, mamá de Claudio.

Milagros también tiene su experiencia en Codo a Codo y expresa que hace 5 meses y medio no consume. "Me cambió la vida y a mis papás y hermanos también. Ahora comparto más con ellos. Se complicaba un poquito al principio, pero ahora vamos apaciguando el asunto. Me gustaría dar un ejemplo, así como yo quiero recuperarme, transmitir a los que están en consumo que se puede, y que no hay que bajar los brazos”.

Los vecinos que no puedan acercarse a los grupos, pueden hacerlo también en el Centro Convivencial Terapéutico está ubicado en Cordero 2046, San Fernando, o comunicarse al teléfono 4575–3262.