| San Isidro | Vecinos del Barrio Rosales se inundan cada vez que llueve mucho caudal en poco tiempo. Presentaron un proyecto para resolver la situación y hace años las obras están inconclusas. Se sienten olvidados por el municipio.
| Por Ariel Gómez Barbalace |
El barrio Rosales se encuentra en la localidad de Boulogne, lindante al cementerio y la Panamericana. Es otro de los lugares de San Isidro donde se sufre cada vez que llueve copiosamente. Un grupo de vecinos viene reclamando hace años al municipio por un proyecto que resolvería el problema, cuya obra quedó inconclusa, y no reciben respuesta de los funcionarios municipales.
“Cuando llueve mucho caudal de agua de golpe, nos inundamos. Las obras de hidráulica que se hicieron hace varias años quedaron inconclusas y lo que se hizo no fue suficiente” nos explica Raul, uno de los voceros del grupo, que vive en el barrio hace más de 35 años.
La lucha de estos vecinos por no inundarse es de larga data. A finales de los años 80 lograron que se comience a realizar una obra que resolvería la situación, pero esa obra quedó trunca y el agua continúa entrando en las casas varias veces al año.
“El proyecto de ingeniería que nosotros presentamos en la municipalidad era hacer 3 desagües en la calle Malvinas e hicieron uno solo. Atenuó un poco la situación pero se siguió inundando. Nosotros siempre tratamos de comunicarnos con el Municipio para decirles que nos seguimos inundando. Ellos lo saben eso. Pero no tenemos respuesta” cuenta Raúl.
Pedro, vecino de la calle Rueda, explica la particularidad que se da en ese barrio, que demostraría que con las obras propuestas los vecinos podrían dejar de inundarse: “Acá en Boulogne, San Isidro, Villa Hidalgo, el problema de inundaciones es recurrente. Pero nosotros tenemos una diferencia con los otros barrios. En el momento en que comienza a llover muy fuerte y nosotros nos inundamos, los otros barrios aún no están inundados. Y cuando los otros barrios empiezan a inundarse, nosotros nos des-inundamos. Eso muestra que la obra que hay que hacer acá no tiene relación con las obras que tienen que hacer en otros barrios. Esto es un embudo y ese embudo no tiene un desagote de la sección suficiente, porque la Municipalidad no se dignó a hacerlo, porque el proyecto está hecho”.
“Acá el agua escurre, con lo cual es claro que el problema es de la sección de los caños, y que se soluciona con una obra de baja embergadura, mucho menos costosa que tantas que se hacen en San Isidro” agrega Pedro.
La indignación y la angustia en cada lluvia
Amadeo, también de la calle Rueda, vive en el barrio desde el año 57 y trata de transmitirnos lo intrasmitible “La humedad y la basura que entra a la casa ¿cómo la sacas? Cuando tenés humedad los pibes se pueden agarrar cualquier enfermedad. Cuando tenés humedad hasta el techo ¿cómo cuidas a tus hijos? Yo perdí todo acá y a mí nadie me dio nada. Yo perdí la salud de mi madre”.
Julia es madre de dos chicos, vive hace 22 años en el barrio cuenta como la afecta vivir en un barrio que se inunda: “Lamentablemente siempre tenemos que estar en casa, porque si llueve y se inunda es un caos. Me pasó de estar con mis dos nenes chiquitos sola, con el corazón en la boca. Porque es complicado estar sola cuando entra el agua. Hemos perdido cosas, tuve que tirar un lavarropas. Pero lo más grave es que mis hijos tuvieron problemas en el colegio por esta razón. Los nervios y la ansiedad que se produce cuando quiere entrar el agua, a los chicos los afecta mucho. Han ido al psicólogo por esa razón. Cada vez que llueve están mal, mi hijo que tiene 14 años se descompone”.
“Estamos siempre pendiente de si va a llover, esperando que no se inunde, y si se inunda estamos con arena, bolsas, tapones para que no entre el agua a las casas” explica Raúl que a pesar de tener su casa un poco más elevada, el agua ingresa igual.
“Lo mas grave de la inundación es la indiferencia”
“Al Ingeniero Landivar (funcionario municipal) lo vimos varias veces por este problema. Y una vez nos dijo que era una obra de gran embergadura, y nosotros le explicamos que no. Ese caño que pusieron lo hizo una sola persona, trabajando con una carretilla y una pala. No pusieron ni tuneleras, ni 40 personas. Una sola persona, trabajando una semana, hizo el pase, puso el caño corrugado” recuerda Raúl y concluye: “lo mas grave de la inundación es la indiferencia de las autoridades, que pueden hacer algo, porque pueden, no es imposible solucionarlo. Y no es tan oneroso. Eso es lo mas grave. Que las autoridades no nos ayudan”.
Pedro, después de tantos años sin respuesta es escéptico con las soluciones y no quiere ser usado “Nosotros tenemos un problema concreto. No queremos que se utilice esto políticamente. Que nadie use nuestro problema de propaganda. Queremos solucionar este problema, no queremos inundarnos más. Ojalá que la nota sirva para que alguien lo vea, algún funcionario y tome la decisión de hacer la obra”.
Ojalá.