La reconocida cocinera Maru Botana habló mediante un vídeo subido a Instagram de la polémica situación vivida en una franquicia de su local "Dulce & Salado" ubicado en Las Lomas de San Isidro, más precisamente en Segundo Fernández 141, donde personal de Edenor retiró un medidor de luz por haberse encontrado con "una conexión clandestina".
"Les quería hablar después de todo lo que pasó, la verdad es que estoy muy angustiada. Me cayó una bomba el jueves", dice Botana a sus seguidores de Instagram, y relata que "fue horrible porque cuido un montón mi marca, la tengo hace más de 25 años".
Además, en relación a la propiedad del local, la cocinera ya había dicho a medios periodísticos que era de Alejandro Stoessel, padre de Tini y vecino de San Isidro, y en esta línea afirmó: "Es la primera vez que hice una franquicia, me costó un montón tomar la decisión. Trato de ocuparme que esté bien toda la parte de la comida, lo gastronómico, la pastelería, las tortas. Estoy atrás, le hago los comentarios, me ocupo de todo. Nunca me imaginé que mis franquiciados no se iban a ocupar de esto, fue una mala pasada para mí".
"Es horrible para la marca y lo es para mí, porque mi marca tiene mi cara y mi nombre. No quería dejar de decir que estoy tratando de solucionar todo esto, que me estoy ocupando, y que les pido mil disculpas. Sepan entender que no tengo nada que ver", explicó la reconocida cocinera.
En cuanto a los comentarios recibidos por redes sociales, cerró: "Me duelen un montón, tengo una familia, y la verdad es que a veces ver esos comentarios es muy hiriente. Los entiendo, pero trato de hacer lo mejor posible. Quiero que entiendan que no tengo nada que ver, y que me estoy ocupando a fondo de este tema".