Caso Araceli Fulles: Quemaron vivo en la cárcel al único detenido por su muerte

Darío Badaracco (31) murió en un hospital tras ser atacado por dos compañeros de celda. Investigan los motivos de la agresión.

Darío Badaracco (31) era el principal acusado del crimen de Araceli Fulles, la joven vecina de San Martín que apareció muerta en abril de 2017, y en las últimas horas murió luego de que el 7 de abril pasado fuera quemado con agua hirviendo por dos compañeros de celda del penal de Sierra Chica donde estaba preso.

La causa que investigó el crimen de Fulles ya fue elevada a juicio, pero aún no tiene fecha de inicio. Y ahora murió el único detenido que tenía el caso, acusado del “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por una o más personas y femicidio” de la vecina de San Martín.

“La verdad, no le deseo la muerte a nadie. Estoy sorprendida. Quería verle la cara, que hablara en el juicio”, le contó a este diario Mónica Ferreyra, la madre de Fulles, quien se enteró del final de Badaracco.

“Badaracco tenía el 60% del cuerpo quemado”, le dijeron a Clarín las fuentes consultadas y confirmaron que el fallecimiento ocurrió el sábado último a las 21.30 en el hospital de Olavarría, seis días después del extraño ataque.

Según las fuentes, el recluso fue agredido por dos compañeros de la celda 766 del pabellón 10 de Sierra Chica. Se trata de Rodrigo Emanuel Campos Verón y Silvio Andrés Galeano Martínez: “Lo golpearon, lo patearon y le tiraron agua hirviendo sobre el rostro, tórax, abdomen, región inguinal y piernas”.

“Son problemas de presos y los teníamos que arreglar así”, dijeron los agresores cuando les preguntaron cómo comenzó la pelea. La versión oficial indica que eran las 17.15 del 7 de abril cuando el inspector de vigilancia de la cárcel avisó que “durante una recorrida escuchó gritos en la celda 766 y, al mirar por el pasaplatos de la puerta, vio cómo Campos y Galeano golpeaban y pateaban a Badaracco. También, cómo Galeano le tiraba agua hirviendo”.

La causa por el crimen de Araceli tenía un solo detenido y otros ocho imputados que esperaban el juicio en libertad: Hernán Badaracco, hermano de Darío; Marcelo Escobedo; Carlos Damián Cassalz; los hermanos Jhonatan y Emanuel Ávalos; Hugo Cabañas, Daniel Alanis y Marcos Ibarra. Todos están acusados de ser cómplices del femicidio.

Mónica se lamentó por la muerte de Badaracco, por todo lo que cree que él iba a contar en el juicio sobre el crimen de su hija. Y relató lo que le comentó un amigo que el propio detenido le dijo: “Le confesó que fue su patrón, Cassalz, quien le mandó el cuerpo de Araceli para que lo enterrara porque si no iba a matar a toda su familia. Ahora quedará la duda flotando. Aunque espero que el hermano, Hernán, pueda revelar lo que sucedió”.

La mamá de Araceli también contó que en ese diálogo entre Badaracco y su amigo, el detenido le comentó que “los presos le hacían de todo en la cárcel, que no lo dejaban ni comer”.

Fulles había desaparecido el 2 de abril de 2017. Fueron 25 días de angustia y búsqueda hasta que un perro de la División K-9 de Punta Lara llevó a los investigadores hasta la casa de Badaracco, un hombre que había estado tres veces ante el fiscal del caso como testigo.

El cuerpo de Araceli se encontró el 27 de abril de 2017 en el patio de la vivienda de Badaracco. Para entonces, el dueño de la propiedad se escapó. Cayó dos días después, cuando una vecina del Bajo Flores lo reconoció y llamó al 911.

Por el caso fueron desplazados tres policías, uno de ellos hermano de los Ávalos, por desviar la investigación.

Fuente: Clarín