Una foto recorrió durante este miércoles 24 de abril diversas redes sociales: un colectivo de la Línea 707 de la empresa Micro Ómnibus General San Martín S.A., con el escrache virtual al conductor de uno de sus internos, el 153. Una denuncia por acoso acompañaba la imagen del colectivo y del chofer, José Simonte, quien en las últimas horas fue separado de la empresa "hasta que se aclare la situación".
La denunciante es Oriana Maidana, quien llevó adelante la denuncia en sede policial, y relató en sus redes lo sucedido en la noche del 23 de abril, cuando tras salir de su trabajo se tomó el 707 verde en Villa Adelina, para viajar hasta Beccar: "Me subo le digo al chófer 'Hasta Beccar por favor, gracias'. Me mira guiñándome el ojo y sonriendo, me marca $18, lo que me parece raro, subo y me siento. A una cuadra y media empezó a subir el volumen de la música, a bajar las luces y puso el cartel de 'Fuera de servicio', con la mirada fija en mí desde el espejo."
"Estaba tan fuerte la música que empecé a sentirme incómoda, después de 5 cuadras me paro voy a tocar el timbre 1, 2, 3, 4, 5 veces y él lo único que hacía era reírse subiendo la velocidad del colectivo. Me acerco a él, le digo 'Por favor necesito bajar', me mira y sigue manejando. Va bajando las luces del colectivo, y ahí entro en pánico vuelvo para atrás. Veo la ventana y pasa una señora con una bici, empiezo a golpear los vidrios y gritando le digo 'Ayúdame', que fue lo único que me salió decir, porque cuando creía tener las fuerzas para hacerlo se me paralizó el cuerpo, no tenía voz y no paraba de llorar. Él me abre la puerta, me dice 'Apa, tan rápido te vinieron a buscar' y siguió su camino", detalló la joven en su cuenta de Facebook. Luego, agradeció "a los dos testigos, Emiliano Gerardo y Marcela Torres" por acompañarla y moverse "para poder llevar a cabo la denuncia".
Tras lo ocurrido, Que Pasa pudo comunicarse con Sergio Rodríguez, responsable de Recursos Humanos de la empresa, quien informó que "el chofer fue separado de servicio hasta que se esclarezca la situación, que es delicada e inaceptable".
"Es la primera vez que tenemos un caso como este. La empresa decidió hacer esto porque es lo correcto ante un hecho que reviste una situación de gravedad muy elevada. Fue un balde de agua fría, porque también tenemos hijos e hijas y no nos gustaría que pasaran por una situación así", amplió Rodríguez, quien aseguró que "el resto quedará en manos de la justicia en caso que pase a mayores, tengo entendido que la chica realizó la denuncia, y es lo que debía hacer, sin dudas".
Por último, culminó: "No podemos tener a una persona con ese tipo de características, que no está representando en la calle lo que pensamos, no corresponde. Se dicen muchas cosas de los colectiveros, que son esto, que son aquello, que son buenos, que son malos. Algunos ayudamos al nacimiento de una criatura llevándolos a un hospital, y luego viene una persona como esta, hace esto y revierte toda una situación y una mirada sobre los trabajadores".