El clima ameritaba un partido así: La gente explotó el José Dellagiovanna en Victoria, en el último partido de Tigre como local en Primera División. Y el equipo respondió de sobra, contagió como lo viene haciendo desde hace varios partidos. Ese contagio hermoso que tiene el fútbol.
Y se lo llevó puesto. Así de literal fue el primer tiempo entre Tigre y Atlético Tucumán. El Matador desde el minuto uno tuvo la iniciativa, más allá de no contar con varios titulares pero con unos relevos que están en un grandísimo nivel. La comunión de Menossi-Morales-Cavallaro fue destructiva para el Decano. El primero fue una obra de arte. Pases, paredes y triangulaciones que dejaron solo a Menossi, quien definió con gran maestría.
Tigre manejó la pelota, fue incisivo, frenético e inteligente para reducir a la mínima expresión a su rival. El segundo llegó por decantación. Otra gran jugada colectiva pero distinto ejecutor, Cavallaro fuerte y arriba. Inatajable.
Sobre el final del primer período, Carrera estrelló un remate en el travesaño de Marinelli aunque de ninguna manera tapa la actuación soberbia del equipo en los 45 minutos iniciales. Deluxe.
La fiesta estaba adentro de la cancha tanto como afuera, en el último partido de local del Matador, la gente se hizo sentir: bengalas, luces y, por supuesto, la ovación merecida para el equipo, que muestra un nivel que ilusiona con campeonar.
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Si en el primero se lo llevó puesto, en el segundo lo pisoteó. Monumental lo de Gorosito y compañía. Cachete marcó el tercero al definir rasante fuera del área y bien pegada al palo.
El cuarto fue de Colazo quien la paró, se acomodó, pensó y remató luego una sucesión de toques entre Cavallaro y Janson.
El quinto de Cavallaro de cabeza luego de asistencia de Janson.
Hasta el partido dio para que se luzca Marinelli, quien tuvo tres tapadas claves y descolgó varios centros complejos, algo que siempre se le recriminó. Lo cierto es que lo de Tigre es para aplaudir de pie. Ante un rival que se jacta de duro, lo desnudó completamente. Fútbol total de la mano de Gorosito y pie y medio en la final de la Copa de la Superliga.