El día que la estrella llegó a Victoria: El festejo de Tigre Campeón

El campeón del fútbol argentino festejó a lo grande en su estadio con su gente. Hubo muchas sorpresas y momentos más que emocionantes que quedaran grabados para siempre en el hincha de Tigre.

Foto: @lutusdrone

Eran cerca de las 19, el playón del Centro de la ciudad de Tigre estaba pintado de emoción por el micro del campeón, el micro de los medalla dorada. Sí, esa medalla tan deseada desde hace generaciones se hacía presente en ese preciso momento. Ellos iban a ir acompañados al estadio con toda esa alegría genuina en una caravana histórica.

Ya se hacían las 20, y estaba todo listo en el José Dellagiovanna de Victoria (San Fernando). Más de 25 mil personas teñidas de azul y rojo esperaban al campeón de la Copa de la Superliga en su hogar, quien no tardó en llegar junto a miles de Matadores más que venían en esa caravana.

La noche fresca no detuvo la emoción del fanático. Habían pasado ya dos días de la consagración y sin embargo parecía haber sido ayer, parecía no haber pasado el tiempo para nosotros los hinchas, y es que, sabíamos que el tiempo, no borrará jamás esta historia.

Un escenario casi en la mitad de la cancha, mirando de frente a la cabecera de la Avenida Perón y un estadio colmado más una mitad de cancha llena de hinchas mirando al escenario como si fuera un recital, con la diferencia de que en este recital no esperaban a una estrella en particular, sino que esperaban a los autores de la misma.

Foto: @milipapuccio

La fiesta había empezado hacía rato con videos que los hinchas mandaron de como vivieron el día de la final y que se pasaban por la pantalla gigante. Luego, la voz del estadio, Randollini (luego de estar dos horas conduciendo y de quedarse casi sin voz de la emoción), le cedió su lugar de conducción a Gustavo Kuffner, periodista reconocido y fanático de Tigre quien relató el segundo gol de Janson de penal para que todos los hinchas gritemos ese gol, nuevamente, pero en nuestra casa.

A partir de ahí, comenzó lo que todos querían, la presentación del equipo que ganó la primera estrella de la historia de Tigre. Desde los menos influyentes, menos partidos jugados o hasta quizás todavía sin la posibilidad de debutar, hasta los más reconocidos del plantel.

Además de la medalla y la copa, se les entregó un diploma y un reconocimiento con aplausos a cada uno de ellos. Lógicamente, a las figuras de este plantel además de los aplausos, se llevaron ovaciones (Montillo, Alcoba, Morales, Prediger, aunque estos últimos dos no pudieron estar presentes, y ni hablar cuando pisaron el escenario el Patito Galmarini, el Chino Luna y el flamante entrenador, Pipo Gorosito.

“Que de la mano, de Gorosito…” coreaba el estadio llenando de lágrimas el rostro tostado de Pipo quien dijo unas palabras que quedarán grabadas para siempre en el corazón de cada uno de los matadores: “Para mí es importantísimo que me vuelvan a querer”, haciendo referencia a la relación que se había roto con algunos luego de la final en la Copa Sudamericana. Relación que luego de la estrella y de los pasacalles con la frase “perdón Pipo” se recompuso, y para siempre.

Ya terminando, empezaron a aparecer multitudes de fuegos artificiales y papelitos de colores azules y rojos que inundaron el estadio de una pasión y una emoción pocas veces vista por la magnitud de gente y del evento. Y lo mejor de todo, es que había una sorpresa guardada.

Foto: @dario_porta

Hay un cartel histórico que se encuentra hace más de 10 años arriba del techo de la platea, que iba a tener un moño dorado. Ese cartel, con el escudo de Tigre, al coreo de una cuenta regresiva, prendió una estrella dorada que quedará para siempre ahí y en cada corazón.

Para cerrar, Pablito Lescano, fanático de Tigre y amo y dueño de Damas Gratis, cerró la noche a pura fiesta en un mini recital.

Tardó, se sufrió, pero se obtuvo. El día que la estrella llegó a Victoria…

Por Santiago Vattovez para Solo Tigre