El predio pertenece al dominio provincial. Hoy esta dentro de un acuerdo de colaboración entre las comisarías y la Municipalidad de San Isidro. Vecinos del lugar vienen reclamando desde hace años por el problema ambiental que genera.
Ayer, en horas de la tarde se registró un incendio de gran magnitud en el depósito de autos ubicado en Boulogne, partido de San Isidro. Una densa cortina de humo negro se podía ver desde la intersección de la Autopista Panamericana y el Camino del Buen Ayre.
Vecinos del bajo Boulogne vienen reclamando desde hace tiempo por diversas situaciones peligrosas (autos que desbordan el muro y caen en la vereda) y la contaminación sobre la zona que este depósito genera. Este es uno de los focos de contaminación que sufre el barrio del Bajo Boulogne, que además de estar cerca del CEAMSE y sufrir inundaciones en las lluvias fuertes, ha sido utilizado, en varias oportunidades, como depósito de basura.
"Ya habíamos advertido el peligro de mantener ese depósito de autos en Boulogne, y este incendio es la confirmación. En la práctica se trata de una montaña de chatarra, un foco de contaminación que perjudica a los vecinos de San Isidro. Acá hay una responsabilidad compartida entre la provincia y el municipio, que deben solucionar esta situación sin más demoras", reclamó la concejal massista Marcela Durrieu.
"Lo que nació siendo un depósito fiscal de automotores se ha transformado en un cementerio de vehículos chocados, abandonados, envueltos en accidentes o causas judiciales, que ocupan un terreno de 70 metros de largo por casi 30 metros de ancho, a punto de colapsar", había declarado Durrieu el año pasado cuando presentó un Proyecto de Comunicación pidiéndole al gobierno municipal que tome cartas en el asunto.
El predio pertenece al dominio provincial. Fue otorgado al CEAMSE en 1996 para ser utilizado como depósito fiscal automotor. En la actualidad, es objeto de un acuerdo informal de colaboración entre las comisarías y la Municipalidad de San Isidro, según el cual el municipio provee el servicio de grúas para el acarreo de vehículos y las comisarías proveen agentes que realizan 3 turnos de 8 horas en el lugar.
La chatarra que generan los coches usados está formada principalmente por materiales férricos que pueden generar una lenta contaminación del suelo, la flora y los acuíferos. Las baterías y los acumuladores contienen elementos químicos muy contaminantes como el plomo, el ácido sulfúrico, calcio y antimonio.
Además, los neumáticos, cuyo proceso de descomposición es sumamente lento, provocan riesgos de incendio ya que se tratan de materiales altamente inflamables.
"Es urgente que el municipio y la provincia inicien un trabajo de remoción y compactación de los vehículos hasta vaciar el predio. Luego, seguramente, hará falta un plan de recomposición del suelo", afirmó la concejal del Frente Renovador.