SAN ISIDRO. La Cámara de Industria, Comercio y Profesionales de la Ciudad de Boulogne recibió ayer por la tarde al senador Sebastián Galmarini para analizar la actualidad del centro comercial y de toda la localidad.
El encuentro se realizó en la sede de la institución, y contó con la presencia de su presidente Franco Nístico, del vicepresidente Pablo Cerioli, el secretario Marcelo Massarone y todos los demás integrantes de la comisión directiva.
Las principales preocupaciones de la cámara que nuclean la actividad económica de Boulogne son la creciente inseguridad, la falta de higiene, el deficiente servicio de barrido y recolección de residuos, la ausencia de planificación estratégica y el desigual desarrollo de la localidad respecto del resto de San Isidro.
“En San Isidro tenemos centros comerciales que necesitan que nos reunamos todos los sectores para volver a darles vida. En el caso de Boulogne, hay que trabajar fuertemente para jerarquizarlo”, opinó el legislador del Frente Renovador.
“Hay municipios donde la gestión ayuda al comercio, en San Fernando y en Pacheco ves que los centros comerciales tienen una línea municipal de ayuda. En Boulogne tenemos el tren, acceso directo, unas vías de comunicación bárbaras pero no crecemos. Vemos como crecen Ballester, Pacheco, San Fernando”, manifestaron los representantes de la Cámara.
Al respecto, Galmarini opinó: “San Isidro tiene una administración estilo consorcio: a mí me toca administrar el alumbrado, barrido y limpieza. Es una visión sobre la gestión que no tiene un proyecto planificado a largo plazo sobre cómo desarrollar, por ejemplo, un centro comercial a cielo abierto”.
“Queremos participar de un plan estratégico. Ya logramos hablar con varias instituciones, el Club de Leones, el Rotary, sumamos al Alto y Bajo de Boulogne, el Colegio Provincial de Arquitectos. La propuesta es desarrollar la avenida Avelino Rolón, la estación, generar espacios de estacionamiento, modificar el código urbano”, agregó el vicepresidente Pablo Cerioli.
“San Isidro no tiene una planificación urbana, a este ritmo va a terminar siendo un barrio más de la ciudad de Buenos Aires, y Boulogne va a ser el patio trasero. Es hora de comprometernos y pensar qué San Isidro queremos”, concluyó Galmarini.