Ingeniero Maschwitz: de la estación a la ciudad con 38 años de historia

Este martes 5 de septiembre se cumplen 38 años desde la oficialización de la ciudad, aunque hace más de 140 existen pobladores en el lugar, y ya en 1910 la estación de tren tuvo el nombre del ingeniero Carlos Maschwitz.

Este martes 5 de septiembre se cumple un nuevo aniversario, el número 38, de la declaración como ciudad de la localidad de Ingeniero Maschwitz, en el partido de Escobar, y cuando se trata de un acontecimiento histórico como este, vale la pena recordar el por qué de la celebración, las raíces y los hitos que marcaron el camino de su nacimiento.

Para entender un poco acerca de esta fecha importante para el pueblo, se puede comenzar diciendo que Ingeniero Maschwitz como ciudad es “oficial” a partir del 5 de septiembre de 1985, bajo la Ley 10.319, sancionada por la Cámara de Diputados de la Provincia, por un proyecto del diputado Venancio Giordano.

Sin embargo, la historia de la localidad se remonta a unos 140 años atrás aproximadamente, ya que se cree que para fines de 1870 había pobladores en esas tierras. Por esa época y hasta 1959 esta zona pertenecía al partido de Las Conchas (Tigre). En ese año, con la creación del partido de Escobar, Maschwitz pasó ser parte de esta nueva delimitación geográfica.

El nombre de la ciudad se remonta a la estación de tren, inaugurada el 4 de marzo 1910, y, tal como cuenta el historiador local, José Antonio “Tati” Da Fonseca Fuigueira, este pueblo iba a llamarse originalmente Ingeniero Emilio Mitre. “Esto había sido definido de común acuerdo entre Mitre, Benito Villanueva, uno de los Anchorena y Carlos Maschwitz, que eran amigos”, recuerda Da Fonseca.

“Sucedió que quien murió primero Mitre, y le habían enviado a hacer el monumento, pero de repente, el Ingeniero Carlos Maschwitz también muere de manera trágica en Paris, Francia, el 28 de febrero de 1910, y como su esposa María del Carmen Mattos y Alcorta era prima del Presidente Figueroa Alcorta, este decide ponerle este nombre a la Estación de Tren del Ferrocaril Central Argentino y de allí luego, al pueblo”, explica el historiador escobarense.

En las tierras maschwichenses estaba ubicada precisamente la Estancia Los Arenales de Benito Villanueva, político reconocido de esa época, presidente de la Cámara de Diputados por 1901, luego presidente provisional de la Cámara de Senadores en 1906, y presidente interino de la Nación en 1907, de Figueroa Alcorta. Da Fonseca asegura que “Carlos Maschwitz, Emilio Mitre y gente de la élite de esa época, compraban tierras en Maschwitz para quedar bien con Villanueva”.

Además de estos estos personajes políticos y aristocráticos de principio de 1900, Da Fonseca dice que en Maschwitz luego vivieron personas destacadas como la familia de la primera mujer de Juan Domingo Perón, Aurelia Tizón. Otros como Saavedra Lamas, que fue Premio Nobel, Hugo del Carril, Luis Sandrini, y el poeta español Arturo Cuadrado, escapando de la Guerra Civil española y traído por Pablo Neruda. Y hasta el mismo Ernesto “Che” Guevara, venia permanentemente a la casa de los tíos, que vivían en la zona, afirma Da Fonseca.

Más acá en el tiempo, en 1993, la ciudad tuvo uno de sus hitos paleontológicos más trascendentes, que aún sigue resonando: el hallazgo de restos de hace 10 mil años de una ballena de 42 metros, en Corrientes y Moreno, descubierta por el antropólogo Sacha Kun Sabó, y que hasta el día de hoy marca la historia de una ciudad, porque más allá que luego se supo que no había sido la primera de este tipo que se encontró en ese territorio, desde aquel momento y hasta la actualidad se transformó en una de las historias más emblemáticas de la ciudad.

El Ingeniero Carlos Maschwitz

El ingeniero Carlos Maschwitz, criollo de ascendencia alemana, nació en Buenos Aires el 7 de mayo de 1862. Su padre, funcionario de los ferrocarriles entrerrianos, le impuso a su hijo el amor por esta profesión.

Tan pronto como se graduó de ingeniero, comenzó su meteórica carrera como profesional, vinculado a la construcción de grandes obras para el país, relacionadas en su mayoría en la extensión de diversas redes ferroviarias. Ocupó varios cargos relevantes como funcionario público. En el año 1894 le fue ofrecida la Dirección General de Ferrocarriles Argentinos, creando talleres, adquiriendo nuevo material rodante y, formando nuevas estructuras técnicas y administrativas, cargo que ostentó hasta 1898. En el año 1907 fue nombrado Ministro de Obras Públicas de la Nación por el Presidente José Figueroa Alcorta.

El 28 de febrero de 1910, meses antes de los festejos de Centenario, cuando se encontraba con su esposa en viaje por Francia, falleció a la temprana edad de 47 años, en un accidente automovilístico camino a Burdeos.