La Universidad de San Andrés y Posse quieren Villa Ocampo

Todavía es incierto el destino de la casona de Victoria Ocampo. Escribieron a la Unesco manifestando su voluntad de hacerse cargo de la histórica mansión.

El destino de Villa Ocampo, la imponente casona de Beccar que Victoria y Angélica Ocampo donaron a la Unesco en 1973, todavía es incierto. Su futuro se teje entre París, Montevideo y San Isidro. Luego de la orden de Cristina Kirchner para que la secretaría de Cultura diera por terminadas las gestiones para administrar allí un Centro de Diversidad Cultural, el municipio de San Isidro y la Universidad de San Andrés tomaron la iniciativa.

El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el rector de la casa de estudios, Carlos Rosenkrantz, enviaron una carta con la propuesta a Jorge Grandi, director de la Unesco para el Mercosur, cuyas oficinas funcionan en la capital uruguaya. “Creemos que un destino relevante y posible (…) es el de un proyecto asociativo público y privado, de gestión administrativa y de contenidos que respete el legado de Victoria. Tanto la municipalidad como la universidad estamos dispuestos a contribuir”, escribieron. En tanto, una copia de la misma ya está en París, sede central de Unesco, y podría ser tratada en la próxima reunión del organismo, que comienza el 2 de abril. De aprobarse la propuesta, las dos instituciones auxiliarían a la Unesco –que afronta una crisis financiera tras el retiro de Estados Unidos, en protesta por el ingreso de Palestina al organismo.

Ayer, Clarín entrevistó a Posse en la comodidad de su despacho. Cuando se le preguntó si una administración del municipio no iría en contra de la voluntad de las Ocampo, que donaron la casa a la Unesco para “preservarla de los vaivenes de la política” doméstica, Posse dio a entender que Victoria se refería al Ejecutivo nacional. “Ella vivió años parecidos a los que se viven hoy increíblemente. Y lo que no quería era que ese bien fuese llevado adelante por el gobierno nacional”, explicó el intendente de origen radical y ahora cercano a Sergio Massa.

Luego, reconoció y agradeció la inversión y puesta en valor que hizo el gobierno nacional durante la gestión de Néstor Kirchner. “El tema es que Villa Ocampo no es solamente un edificio, es una comunidad y buena parte de sus integrantes se encuentran horrorizados, porque Ocampo donó sus bienes a la Unesco para que no quedara en mano del gobierno nacional. Tratamos de ser un factor de integración del esfuerzo. Surgió esta oportunidad que nos brinda la Universidad de San Andrés, que aparte de que es prestigiosa es vecina, del lado de San Fernando, con lo cual es algo que excede a la cuestión municipal”, agregó.

Para Posse, el objetivo de la propuesta conjunta es “preservar la cultura de la diversidad” y mantener en condiciones la propiedad. Integrantes de la Asociación de Amigos de Villa Ocampo manifestaron a Clarín su beneplácito: “Desde la asociación de amigos creemos que la municipalidad de San isidro es un organismo competente, que ha hecho una excelente gestión en lo referido a la conservación de museos y patrimonio”, señaló la presidenta del grupo Marta Alvarez Molindi. De todos modos, concedió que la iniciativa de San Isidro podría desnaturalizar el legado de Victoria. “Tengo mis dudas, porque la municipalidad también tiene un contexto político”, señaló antes de agregar que la asociación evalúa presentar ante la Unesco para hacerse cargo de Villa Ocampo.

Sonia Berjman, también integrante de la asociación saludó la iniciativa y explicó que la municipalidad no necesariamente se haría cargo de la casa. “Una cosa es que un gobierno se haga cargo de manejar la villa y otra que de recursos económicos para que el proyecto siga adelante”, diferenció. La Fundación Sur, que forma parte del consejo directivo de Villa Ocampo, también propietaria de su biblioteca y legataria de los derechos intelectuales de Victoria, expresó a través de un comunicado su más enérgico rechazo ante la actitud de la Unesco.

Lo único concreto, hasta ahora, es la voluntad que Victoria plasmó en el acta de donación de la casa “que el bien sea utilizado, con un sentido vivo y creador, en la promoción, investigación, experimentación y desarrollo de actividades culturales, literarias, artísticas y de comunicación social”.


Fuente: Revita Ñ