El predio está deshabitado desde hace más de una década. El Municipio intervino para superar una controversia entre privados. Habrá un emprendimiento de viviendas que conservará la fachada del ex Hospital.
El Municipio de San Isidro informó que se logró un acuerdo sobre el predio donde funcionaba el ex hospital municipal, ubicado en Juan José Díaz y Primera Junta.
Un grupo de vecinos y los inversores con la intermediación del Municipio acordaron que se construirá un complejo de viviendas que respetará la fachada del viejo hospital, requisito que impuso el municipio a quienes adquirieron el predio.
El terreno del viejo hospital de San Isidro, después de que el Municipio inauguró en 2003 el nuevo Hospital Central, se vendió a la firma AG Producciones, de Alejandro Gravier, pareja de Valeria Mazza.
La venta del edificio que fuera donado a la Municipalidad de San Isidro con la obligación de ser utilizado para fines humanitarios, fue muy cuestionada por vecinos y conllevo un extenso litigio judicial. En las primeras instancias la justicia dio razón a los vecinos reclamantes, pero finalmente, la Corte Suprema de Justicia Bonaerense rechazó la demandada aceptando el argumento del Municipio que el dinero de la venta fue utilizado para fines humanitarios ya que financió parte del equipamiento del nuevo hospital.
Otro punto muy cuestionado fue el precio de venta. El Viejo Hospital, un terreno de 6600 m2, se vendió por $4.351.000 (precio fijado en 2003), unos 165 dólares el metro cuadrado.
En diciembre de 2010, tras varios años de parálisis por el amparo en Tribunales, se efectivizó la venta a la empresa Corporación Inmobiliaria Argentina S.A., constituida por Gravier al mismo tiempo que se licitaron los terrenos en 2004.
Los compradores del predio habían constituido un fideicomiso atrayendo inversores y, con esto, comenzó con una serie de conflictos que derivaron en una controversia entre los adquirentes de la tierra y los inversores, en su gran mayoría vecinos de San Isidro, y que impidió la prosecución del proyecto.
Paralelamente, el estado de abandono del predio provocó trastornos de seguridad e higiene. Ante esta situación, el municipio medió entre los titulares del predio, los inversores, vecinos y, tras varias negociaciones, se llegó a un entendimiento entre las partes.
Finalmente se pondrá en marcha el emprendimiento que construirá 97 unidades de vivienda, preservando la fachada del edificio.