A 20 años del caso Conzi, un empresario de San Isidro que asesinó por celos y que "no está en condiciones de reincorporarse en la sociedad"

Horacio Conzi está condenado a 24 años y nueve meses de prisión por el homicidio de Marcos Schenone, ocurrido en enero de 2003 tras una persecución desde el restaurante Dallas - Las Olas Boulevard hasta Beccar. Le vació el cargador de una pistola 9 mm. Hace unos días, le negaron la libertad condicional por presentar datos falsos en el expediente para conseguirla y no estar en condiciones de “reincorporarse anticipadamente” a la vida social. Se le podría abrir otra causa.

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Pasaron 20 años del asesinato de Marcos Schenone. Muchos no lo tienen presente, pero fue un crimen que conmocionó a la sociedad de San Isidro y tomó relevancia nacional. Otros lo recuerdan a diario, cuando pasan por donde estaba local de Dallas - Las Olas Boulevard, en el bajo de Martínez, ahora totalmente abandonado. Allí comenzó la historia que hoy tiene un nuevo capítulo, con un pedido denegado de la libertad condicional de Horacio Conzi, el empresario y dueño del restaurante que asesinó a Schenone aquella madrugada del 16 de enero del 2003, y la posible apertura de otra causa.

El asesinato de Schenone, un joven deportista de 23 años que se dedicaba al mountain bike, ocurrió por celos. Lisa y llanamente por celos. Eso fue lo que llevó a Conzi a quitar una vida. La víctima se estuvo besando dentro del local gastronómico ubicado en la esquina de Alvear y avenida Del Libertador, con una chica a la que el propio dueño del local había intentado conquistar esa noche.

Según lo que dice la sentencia, Conzi ordenó que echen del local a Schenone, la chica y sus amigos y cuando el grupo abordó un remis para retirarse, los persiguió por la avenida Del Libertador con su camioneta y al llegar a la altura de Beccar, lo atacó vaciando los 16 tiros de una pistola calibre 9 milímetros. Schenone murió al recibir tres balazos por la espalda mientras que las dos chicas y el remisero resultaron baleados y el único ileso fue un amigo de la víctima.

Conzi se burló de todas las fuerzas de seguridad y estuvo prófugo durante 57 días hasta que el 14 de marzo de 2003 fue detenido por la Policía Federal con peluca y documento falso en la ciudad de Mar del Plata.

En el juicio oral de 2005, terminó condenado a lo máximo para un homicidio simple, 25 años de prisión, pero en 2009, el Tribunal de Casación bonaerense a pesar de confirmar el fallo, le redujo la pena en tres meses y quedó la condena a 24 años y nueve meses de cárcel que Conzi cumple en la actualidad.

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Pero un capítulo se sumó en las últimas semanas al caso Conzi. Es que la justicia le denegó un pedido de libertad condicional hecho por su defensa. “Más allá del buen comportamiento intramuros demostrado por el condenado, se ha profundizado mi convicción en cuanto a las dificultades del penado e incluso de su hermano (Hugo Conzi) para acatar las normas sociales. Su capacidad de intentar burlar los controles y las reglas impuestas, no ya por esta judicatura, sino por todo el sistema penal, no tiene límites, pues burdamente continúa realizando maniobras para forzar a esta magistrada a adoptar una decisión inadecuada y acorde a sus intereses”, sostuvo la jueza penal de ejecución penal de San Isidro Victoria Elías García Maañón al rechazar los pedidos.

“Estimo que Horacio Conzi no se encuentra en condiciones de ser reincorporado anticipadamente en la sociedad”, sostuvo la magistrada.

El ex empresario gastronómico, dueño junto con su hermano, Hugo, del ya desaparecido restaurante Dallas-Las Olas Boulevard, deberá seguir tras las rejas al menos hasta el 13 de diciembre de 2027, fecha en la que se cumple su condena por el asesinato de Schenone.

Pero, además de negar la morigeración del cumplimiento de la pena, García Maañón también decidió que los hermanos Conzi sean investigados en una nueva causa penal por haber presentado informes médicos falsos en el expediente.

Estaría comprobado que eran apócrifos una serie de certificados e informes médicos que la defensa oficial introdujo en el expediente a través del hermano mayor del imputado, Hugo Conzi, entre diciembre y enero pasados, donde decían que Horacio había sufrido un ACV y debía realizar tratamientos fuera de la cárcel.

La magistrada tomó contacto con el sanatorio que figuraba en los papeles. La dirección médica respondió que Conzi no había sido atendido por el neurólogo y que el informe presentado no había sido expedido por la institución. En tanto, el cardiólogo declaró que solo había atendido a Conzi en 2018 y que tampoco había realizado el certificado que figuraba con su nombre, además de que la firma era “un mamarracho”.

Mientras la justicia define si los hermanos Conzi pueden ser foco de otra causa penal por los documentos falsos presentados, la estructura de lo que fue restaurante en pleno bajo de Martínez, una de las zonas más exclusivas de la zona norte, se desmorona: abandono, suciedad y ratas.

El inmueble fue vendido hace algunos años, según contaron comerciantes de la zona a este medio, con la idea de recuperar la plenitud de esa esquina, pero por el momento nada se sabe de los compradores ni de futuras obras allí. Un ataque de celos demolió un imperio gastronómico y pone a sus dueños ante la nueva mirada de la justicia.

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