Después de varias idas y vueltas, todo parece encaminarse para que el presidente Javier Milei por fin se traslade a la Quinta Presidencial de Olivos. La mudanza se realizará cuando el mandatario regrese de la Antártida, viaje programado para este fin de semana y confirmado este jueves en conferencia de prensa por el vocero presidencial Manuel Adorni.
El motivo que demora la mudanza desde hace varias semanas es la construcción de caniles para sus cuatro perros, Milton, Murray, Robert y Lucas, todos mastines ingleses de 100 kilos cada uno y que a raíz de su porte físico necesitan habitar en un espacio con paredes reforzadas.
Sin embargo, como los productos (importados) que se requieren para construir las paredes escasean, el traslado del jefe de Estado argentino al predio presidencial de Olivos fue dilatándose paulatinamente. "Desde el 10 de diciembre se espera poder importar los insumos, pero aún no se han conseguido los dólares del Banco Central para pagarlos", explicaron desde Casa Rosada.
En forma de broma, Milei manifestó que "no puedo llevar a mis hijitos a la Quinta de Olivos porque no autorizan los dólares necesarios, pero es lo que les ocurre a miles de argentinos". En ese sentido, descartó comentarle la situación al titular del Banco Central, Santiago Bausili, y sostuvo que estaba dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario para mudarse definitivamente a Vicente López.
La obra está a cargo de una arquitecta y los gastos, dijeron desde el Gobierno, son pagados "de manera personal" por el propio presidente. Se espera que la misma se desarrolle y quede lista durante los próximos días, cuando Milei regrese del territorio antártico luego de este fin de semana del 6 y 7 de enero.
Milton, Murray, Robert y Lucas son los "hijos de cuatro patas" de Milei, y sus nombres están directamente asociados a economistas libertarios: Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas. Según se puede apreciar en reiteradas entrevistas que ha brindado a lo largo de los últimos años, sus perros ocupan un lugar importante en su vida personal y por ese motivo pospuso su traslado a la Quinta de Olivos.