El pasado viernes, el Concejo Deliberante de San Isidro tuvo una nueva instancia de debate sobre la actualización del Código de Ordenamiento Urbano (COU), que contó con la presentación de tres despachos diferentes: el del oficialismo, impulsado por la gestión del intendente Ramón Lanús, otro del peronismo y un tercero de Acción Vecinal San Isidro es Distinto, el bloque integrado por ex funcionarios del possismo.
Desde este espacio criticaron el proyecto oficial y dijeron que su propuesta "se destaca por priorizar la participación ciudadana y defender con contundencia un modelo urbano sostenible y equilibrado".
Además, cuestionaron "la falta de fundamentos robustos y claros para justificar la aplicación de un tratamiento de esta actualización de código por vía de necesidad y urgencia". "Este procedimiento, lejos de garantizar la transparencia y el consenso, genera dudas a los vecinos respecto a los intereses detrás de la propuesta oficial", expresaron desde el bloque possista.
El bloque, representado por el presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano Sustentabilidad y Ambiente en el HCD, concejal Walter Pérez, presentó un despacho en minoría que "apunta a resguardar la calidad de vida de los vecinos y proteger el modelo urbano que caracteriza a San Isidro".
"Este enfoque se sustenta en el compromiso rotundo de la preservación de la densidad poblacional moderada, clave para garantizar el correcto funcionamiento de los servicios esenciales como salud, educación y seguridad. Además, mantiene un espíritu restrictivo opuesto a la discrecionalidad propuesta por el Ejecutivo", explicó Pérez.
En este sentido, desde Acción Vecinal se plantearon críticas en relación a lo que calificaron como un "incremento desmedido de la densidad poblacional en áreas residenciales, la disminución de espacios de estacionamiento, agravando los problemas para los residentes; las modificaciones encubiertas en zonas industriales; el aumento de la capacidad constructiva en sectores residenciales, alterando su esencia; las decisiones urbanísticas que favorecen intereses específicos; la reducción de espacios verdes, afectando la calidad ambiental; la transformación de avenidas residenciales hacia un perfil predominantemente comercial; y el incremento del tráfico vehicular en las principales arterias".
"El futuro de San Isidro no puede ni debe decidirse a espaldas de sus vecinos ni bajo presiones que comprometan la transparencia. Continuaremos defendiendo un modelo urbano que priorice a cada vecino, promueva la calidad de vida individual, fortalezca el bienestar colectivo y garantice la sostenibilidad para las futuras generaciones", culminaron desde Acción Vecinal.
El miércoles 18 de diciembre, a las 12 horas, se llevará a cabo la sesión en el HCD para debatir y votar los despachos presentados.