En las últimas horas y luego de estar prófugo más de dos meses, se entregó en sede de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Vicente López el subcomisario Miguel Alejandro Torres, acusado de haber cometido un serie de ilícitos, el último de ellos una entradera en la localidad de Olivos.
Según pudo saberse de fuentes policiales, el oficial decidió entregarse al verse acorralado "por el asedio que le generaba la tecnología preventiva del delito", razón por la cual "presentaba claras señales de estrés debido a la paranoia que cámaras y otros dispositivos le ocasionaban".
En este sentido, desde la comuna señalaron que los lectores de patentes y las cámaras dispuestas por el Municipio "resultaron herramientas fundamentales" para la identificación y el arresto de su cómplice, el también policía Capitán Eduardo Robles, el pasado mes de septiembre luego de un robo bajo la modalidad "entradera" en Olivos.
Ambos efectivos, ahora a disposición de la Justicia, pertenecían a la DDI de Moreno.