Un remisero que iba a comenzar a ser juzgado por el abuso sexual de una chica de 19 años en San Fernando, en 2013, no concurrió a la primera audiencia del debate y hoy era buscado intensamente por las autoridades.
"Para nosotros iba a ser como un corte, era empezar a sanar, estamos todos muy tristes", dijo entre lágrimas Ana, madre de la joven abusada, quien agregó sentirse "ingenua" por pensar en que el acusado iba a presentarse a las audiencias.
Según relató Andrés Bonicalzi, abogado de la organización Ayuda a Víctimas de Violación (AVIVI) y representante de la víctima, el acusado, identificado como Norberto Daniel Fernández (54), llegaba en libertad al debate y debía presentarse ayer a las 9 ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro.
"Ayer no se presentó y al día de hoy no sabemos dónde está", dijo Bonicalzi, en referencia a que a partir de su ausencia los jueces enviaron a la policía al domicilio y a la remisería en la que trabaja el acusado y no pudieron ubicarlo.
"Es vergonzoso, hace más de un año que está pedida la detención de un tipo que se sabe que es el violador", agregó el letrado, ya que Fernández permanecía libre por los recursos interpuestos por su defensa.
Sobre este aspecto, el abogado de AVIVI explicó que la defensora oficial del imputado presentó un recurso de "eximición de prisión" una semana antes de que el fiscal a cargo del caso pidiera su detención formalmente, en marzo del año pasado.
A partir de entonces, y pese a que tanto el Juzgado de Garantías como luego la Cámara de Apelaciones y la Cámara de Casación bonaerense se expidieron en forma negativa ante el pedido de eximición, Fernández logró mantenerse en libertad hasta la llegada del juicio.
Actualmente, el recurso presentado por la defensa está a disposición de la Suprema Corte de la provincia, que aún no resolvió.
"Esto es un calvario. Fuimos muy ingenuos, pensé que (el acusado) iba a estar y dije `este se va a presentar a ver si le dan menos años`", manifestó hoy la madre de la víctima en referencia a su sorpresa porque Fernández haya escapado.
Ana relató que el caso por el que iba a ser juzgado Fernández ocurrió en la madrugada del 13 de julio de 2013, cuando su hija regresaba a su casa luego de cenar con amigas en el barrio porteño de Palermo, bajó del colectivo en San Fernando y ya se encontraba a tres cuadras de la casa.
"El dolor que a mí me da es que siendo víctima durante estos dos años lo único que hicimos es dar explicaciones", aseguró la mujer, y recordó que luego de lo sucedido su hija incluso sintió que debía justificarse: "Me dijo `estaba tan iluminado mamá, que dije hago cuatro cuadras rápido y llego, por eso no te llamé, así no te molestaba a las cuatro y media de la mañana`".
La madre de la chica dijo que su hija caminaba hacia su casa cuando observó que "se para un auto en la esquina de la panadería del barrio, baja y pone las balizas", y que no sospechó nada hasta que el hombre "la amenaza con un arma y la obliga a subir al auto".
Bonicalzi manifestó hoy que luego de forzarla a subir al auto, el agresor le vendó los ojos, la trasladó hasta otro lugar cercano, la abusó sexualmente durante "cuarenta minutos", luego le preguntó dónde vivía y la dejó cerca de su casa.
"Es tan perverso que la viste, la desviste y después la deja en la esquina de su casa", dijo Ana, y añadió que como sabía dónde vivía, su hija estuvo "un montón de tiempo con miedo a que él vuelva".
Luego de la denuncia de la joven, las autoridades analizaron las grabaciones de una cámara de seguridad instalada en la zona del hecho, tomaron la patente del auto del presunto abusador y así identificaron a Fernández.
La situación procesal del ahora prófugo quedó aún más complicada una vez que dio positivo el cotejo de su ADN con las muestras tomadas del cuerpo de la joven.
Fuente: Télam