El histórico decir “los jugadores pasan” que sostienen los hinchas del fútbol argentino, en muchos casos es equívoco. Hay futbolistas que por más que transcurran años, jamás se borrarán de la memoria del simpatizante. En Chacarita, la figura de Diego Rivero, quien vía redes sociales anunció su retiro, no será una excepción en todo esto.
Era muy esperable este punto final que le pone el Burro a su relación con la redonda (al menos desde el campo de juego). En enero último, disputó su partido 251 con la camiseta funebrera y se despidió. Seguramente le hubiese gustado hacerlo en otro contexto futbolístico del Funebrero, pero aún así, no se olvidará nunca de todo lo que vivió en Villa Maipú.
El oriundo de la Provincia de Misiones debutó en la primera de Chaca con apenas 17 años, el 22 de noviembre de 1998, por el campeonato de la Primera B Nacional 1998/1999, temporada en la cual el Tricolor volvería a la elite del fútbol argentino tras poco más de una década.
Acompañado por figuras rutilantes y referentes caso Jorge Vivaldo y Alex Rodríguez entre otros, el Burro se adecuó a las exigencias que pedía el club y no tardó demasiado en meterse en el corazón del hincha funebrero. Su estadía consecutiva en Villa Maipú duró hasta el 2004, año en que fichó para el Pachuca de México.
Ya todos conocemos lo realizado y lo logrado por Rivero. Aún así recordamos el Torneo Clausura obtenido en San Lorenzo, varios campeonatos locales en Boca Juniors y cómo no, su segundo ascenso a la "A" en Chacarita en 2017, luego de haber retornado un año antes.
Hoy, a sus 39 años, Diego le da un cierre a su etapa como jugador, pero no así a su historia con el fútbol, mucho menos con Chacarita. Seguramente, en algún momento se lo verá cumpliendo algún rol en su casa, en el club que lo vio nacer.
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