Diez años sin Garrido

    Hoy se cumplen diez años del asesinato de un policía emblemático para la comunidad de San Isidro.

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    El 17 de febrero de 2009, dos delincuente fusilaron por la espalda al oficial de la policía bonaerense, Aldo Garrido, cuando este intervino en el robo de un local en el centro comercial de San Isidro.

    Garrido prestó servicio durante unos 27 años en la zona. Querido y respetado por vecinos y comerciantes, el policía ejemplar, era parte paisaje del centro comercial sanisidrense.

    A principios de ese trágico 2009, le comunican que ya podía jubilarse, tras 31 años de servicio en la policía bonaerense, pero Garrido solicitó que no lo retiraran, ya que deseaba seguir prestando servicio. El 16 de febrero, un día antes del asesinato, Garrido recibiría la noticia esperada por él:  habían decidido permitirle seguir cuidando a los vecinos de San Isidro.

    En la mañana del 17 de febrero de 2009, Garrido empezó su recorrida cotidiana por la calle Belgrano. Cerca de las 9 de la mañana notó movimientos sospechosos en el local de la cadena de ropa Kevingston, en Chacabuco 361. Al entrar, los asaltantes, un hombre y una mujer, forcejearon con Garrido, lograron sacarle el arma y le dispararon 4 tiros por la espalda antes de darse a la fuga.

    Garrido murió en el lugar. Cuando retiraron su cuerpo, vecinos y comerciantes hicieron un multitudinario aplauso. Luego, un gran número de locales del centro comercial decidieron cerrar por duelo.

    Al otro día, la policía detuvo a los asesinos en un domicilio de Pablo Podestá, donde encontraron el arma de Garrido. Ese mismo día se realizó el entierro del policía en el Cementerio de San Isidro. Meses más tarde, tras un juicio breve, la pareja fue condenada a prisión perpetua.

    La Municipalidad de San Isidro decidió poner al tramo de la calle Chacabuco, del 300 al 400, el nombre de "Pasaje Capitán Aldo Roberto Garrido", cargo que recibiera post mortem. En la esquina de Belgrano y el pasaje, se colocó un busto en su memoria, construido con el bronce de llaves que aportaron vecinos de San Isidro, y con la inscripción: "A Aldo Garrido, caído en defensa de la comunidad. 1947-2009.".