Luego de varios meses de investigación, y posteriores allanamientos, el Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA) rescató en zona oeste una importante cantidad de aves exóticas y autóctonas que eran vendidas de forma irregular en las localidades de Merlo e Isidro Casanova (La Matanza), a través de WhatsApp y la red social Facebook.
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La pesquisa se inició en 2021 luego de una denuncia radicada en el Departamento Judicial de Lomas de Zamora que devino en una actuación de la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental (UFIMA) del Ministerio Público (MPF), a cargo del Doctor Ramiro González, que corroboró esa acusación.
Así fue como los detectives descubrieron una red de tráfico interprovincial cuyo objetivo era la comercialización ilegal de estos animales protegidos. A su vez, identificaron a los miembros de la organización criminal, sus roles y los sitios de acopio y distribución, que incluían proveedores locales y hasta la figura de un administrador de grupos cerrados dedicados a conectar vendedores y compradores a cambio de comisiones.
Se destacan ejemplares como “Guacamayo Jacinto", o “Guacamayo Azul” y “Cardenal Amarillo”, originario de América del Sur, incluidos en el Apéndice I de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), lo que los hace invaluables en términos monetarios en el mercado negro, entre otros ejemplares.
Los operativos se realizaron en Merlo, Almirante Brown, Isidro Casanova, Lanús, Remedios de Escalada, Ezeiza, San Nicolás de los Arroyos, en la ciudad de Rosario y en varios puntos de la provincia de San Juan. Además fueron notificadas diez personas y se secuestraron varios teléfonos celulares.
Con esa información obtenida, el juzgado interventor ordenó el allanamiento de 12 domicilios tanto en las mencionadas ciudades del Oeste como en otras de todo el país y así los efectivos salvaron a alrededor de 800 pájaros valuados aproximadamente en 750 mil dólares, parte de los que ya han sido trasladadas a refugios como el Ecoparque y Temaikén.
Dada la inmensa cantidad de ejemplares, se continuará con las tareas de traslado en lo sucesivo hasta reubicar a los animales, rehabilitarlos y evaluar su reinserción a los hábitats naturales en la medida que su salud y madurez en la supervivencia se los permitan.
