La causa se inició con una denuncia del fiscal que investiga el doble crimen narco de Unicenter y el de otro colombiano en San Fernando. Acusó a su jefe, el fiscal general de San Isidro, Julio Novo, de encubrir al narcotráfico.
La fiscalía general de San Isidro y otras dependencias del Ministerio Público que dependen de ella fueron allanadas ayer en el marco de una causa en la que se investiga si el fiscal general de ese distrito, Julio Novo, entorpeció las investigaciones de los narco crímenes de colombianos ocurridos en el shopping Unicenter de Martínez y en San Fernando para encubrir al narcotráfico.
Fuentes judiciales indicaron que los allanamientos fueron realizados por orden de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, a pedido del fiscal federal 2 de San Isidro que instruye la causa, Rodolfo Fernando Domínguez.
Aparte de la fiscalía general, que funciona en una casa conocida en el ambiente judicial como "La Rosadita del Dr. Novo" y que está ubicada en la calle Acassuso al 400, a la vuelta de los tribunales de San Isidro, también fue allanada la fiscalía descentralizada de San Fernando.
Este expediente podría convertirse en un verdadero escándalo judicial. Se inició en octubre de 2012 cuando el fiscal de San Isidro Luis Angelini presentó una gravísima denuncia contra su jefe directo, el fiscal general Novo.
Angelini venía investigando los dos crímenes mafiosos vinculados al narcotráfico que hubo en el departamento judicial San Isidro en los que las víctimas fueron tres ciudadanos colombianos.
El primer hecho fue el doble asesinato de Jorge Alexander Quintero Gartner y Héctor Edilson Duque Ceballos, alias "Monoteto", cometido el 24 de julio de 2008 en el estacionamiento del Shopping Unicenter de Martínez, y el segundo fue crimen de Juan Sebastián Galvis Ramírez, ocurrido el 23 de febrero de 2009 frente a una casa de venta de artículos de náutica, situada en avenida Del Libertador 1999 de San Fernando.
De acuerdo a la denuncia del fiscal Angelini que motoriza esta causa federal, Novo y sus adjuntos le impidieron investigar a fondo estos narcocrímenes y le pusieron todo tipo de obstáculos para que abandonara la causa, como ya había pasado con el primer fiscal de la causa, Diego Grau, quien también fue apartado de los expedientes de los homicidios de los colombianos.
Angelini consideró que el encubrimiento de la fiscalía general que comanda Novo fue cometido cuando él halló vinculaciones entre los asesinatos de los colombianos y los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, hijos de un ex jefe de la Fuerza Aérea Argentina, quienes meses después quedaron detenidos en España -y luego fueron condenados-, por ingresar con una tonelada de cocaína en su avión.
En el texto original de la denuncia, Angelini sostiene que "una parte de la estructura del Estado intenta encubrir los crímenes de marras con el objetivo ulterior, se infiere con altísima probabilidad, de dar cobertura a la narcocriminalidad que conforma el contexto y motivo de esos crímenes; y es esa estructura la que ha impedido ejercer la función regular de los fiscales que dirigieron los procesos".
Lo cierto es que a cinco años del doble crimen de Unicenter y a cuatro del de San Fernando, nunca hubo ningún preso por estos asesinatos de colombianos, pese a que los dos fiscales que los investigaron -primero Grau y luego Angelini-, pidieron allanamientos y detenciones que siempre les fueron rechazados. Y ambos fiscales fueron separados de las causas de los narcocrímenes por orden de Novo.
Fuente: Justicia Cero en diarioveloz.com