Luego de un magro e inconcluso campeonato de la Primera Nacional, Chacarita apretó fuerte el acelerador en busca de mejorar su performance en vista a la reanudación del certamen que lo tendrá visitando a Instituto de Córdoba el próximo viernes 27 de este mes. No tan cerca de pensar en un hipotético ascenso, el objetivo que el Funebrero tiene por delante es formar un equipo competitivo para al menos llevar a cabo una campaña “aceptable”. Y para ello, el reclutamiento de juveniles y la consolidación de la experiencia es una opción que, al parecer, su actual entrenador Claudio Biaggio, la tiene en sus primeros planos.
En el fútbol, los análisis y las interpretaciones pueden ir variando, pero los números no. Con apenas 24 puntos en 21 partidos disputados y, a cinco unidades de la zona de descenso, la renovación del plantel iba a ser casi un hecho; y con el arribo de la pandemia del coronavirus al país, ello terminó de darse. El 30 de junio marcó un antes y un después. A 18 futbolistas se les finalizó su vínculo contractual con Chacarita, y sólo cuatro recibieron el visto bueno de la dirigencia y el cuerpo técnico encabezado por Biaggio, siendo ellos un mix claro entre experiencia y juventud: Emanuel Tripodi y Diego Rivero por un lado, y Luciano Perdomo y Rodrigo Insúa por otro.
En medio de este panorama, incorporar una gruesa cantidad de jugadores pasaba más por una obligación que por otra cosa. Por ello, de forma paulatina, los nombres fueron apareciendo, y finalmente fueron 15, casi el idéntico número de la cantidad de bajas que anteriormente había sufrido. Para muchos será casualidad, para otros no, pero lo que sí está claro es la intención del Pampa, especialista en la formación de jugadores, tal como lo marca su trayectoria en San Lorenzo de Almagro.
A la experiencia ya habida de Emanuel Tripodi, Diego Rivero y Diego Menghi, y a la que también se sumó, caso los zagueros Osvaldo Centurión y Gonzalo Rocaniere; los volantes centrales Lucas Pérez Godoy y Eric Aparicio; y los delanteros Luciano Nieto y Santiago Giordana, se le complementó ahora justamente lo mencionado: el alistamiento juvenil.
Ramiro Ríos, defensor central proveniente de la UAI Urquiza; Aarón Barquett, lateral/volante con pasado en la Sub 20; Juan Pablo Gobetto, volante central dirigido ya por el Pampa en las inferiores del Cuervo; Franco Daranno, mediocampista ofensivo de reciente paso por Lanús; Juan Ignacio Baiardino, delantero devenido de la Reserva de Boca; Elías Alderete, atacante que finalizó su préstamo en el Arema FC de Indonesia y regresó al club; y los ya conocidos Juan Cruz González, Agustín Piñeyro, Alan Robledo, Alan Ledesma, Lucas Lezcano y Ariel López entre otros, parecen ser parte del “Proyecto Biaggio”.
Todos ellos tienen una coincidencia, y es que son menores de 24 años. Y eso se vio plasmado en varios amistosos que disputó Chacarita. En prácticamente todos, se vio la “frescura” que antes carecía y mucho. Los resultados también lo marcan, y si bien no dejan de ser partidos de preparación, cambiaron y para bien, con tres victorias, cuatro empates, y apenas dos caídas que fueron ante Defensa y Justicia, equipo que juega actualmente la Copa Sudamericana, y la Reserva de Boca.
Pese a que el fútbol da sorpresas y en muchas ocasiones rompe con cualquier esquema, por cómo se desarrolló el mercado de pases del Funebrero, y el plan que posee el entrenador, pareciera ser que, en esta oportunidad, a priori, estará a la altura de las circunstancias, aún si esta nueva aventura de la segunda división no culmina con un ascenso.