Arancedo evaluó los resultados del informe de UCA que arrojaron el crecimiento de la pobreza en más de un millón de personas durante el primer trimestre del año y sostuvo que "evidentemente, hubo ajustes", aunque consideró que "no hay que temer a una palabra que puede parecer fuerte, pero quiere ser también un diagnóstico claro y fidedigno".
De esta manera, el titular del Episcopado defendió ese estudio -"no dudo de la seriedad del trabajo de la UCA", indicó- y abogó a que nuestro país vuelva "a una etapa fuerte de inversión, no solamente de afuera; también, de adentro".
"Hay que generar producción, empleos, crecimiento, y eso requiere inversión y no solamente esperar de afuera", analizó Arancedo y ente sentido, afirmó que "para salir de la pobreza hay que crear empleos. Las ayudas de coyuntura son relativas, la asistencia tiene un límite".
En una entrevista brindada al diario La Nación, la máxima autoridad de la Iglesia Católica argentina expresó "la necesidad que los poderes actúen con independencia, que sean libres y sean ejemplares para la sociedad", y al ser consultado sobre si el avance de procesos judiciales contra ex funcionarios es una señal negativa, resaltó: "no es negativa si existen motivos verdaderos, si es simplemente una vendetta, no".
"Si hay razones y la Justicia ve que hubo corrupción, tiene toda la obligación de actuar. Si, en cambio, la Justicia va a depender de la política no estamos en un planteo de independencia de poderes" analizó el religioso y planteó que en la Iglesia "nos preocupa la corrupción, porque es una mentira. La mentira es negar la verdad a otro. Y la corrupción es negar. La crisis en el fondo siempre es moral".