El colectivo hoy lo conforman cuatro artistas, todos de Munro. Y trabajan paralelamente en múltiples proyectos.
“Entre varias cosas que hacemos, creamos “Medianeras” que para nosotros es una plataforma, un dispositivo que tiene que ver con sistematizar la producción de murales. Y trabajamos en cuatro ejes: Incidencia - Articulación Política, Formación Libre, Sustentabilidad y Comunicación. En los cuales el mural es una excusa para dinamizar otras cuestiones.
En el marco de “Medianeras” el colectivo está terminando, por estos días, un mural en el Club Belgrano donde nos encontramos para la nota. Un club que ha sido recuperado por los vecinos y que ameritará una nota para contar esa historia.
El mural del Belgrano busca visibilizar este lugar y el proceso que se ha dado en el barrio, de organización de los vecinos en función de recuperar un lugar muy simbólico. Es el segundo mural que realizaron (el anterior está en Antartida Argentina y Marconi, Munro). Además han organizado charlas en colegios y profesorados para llevar la discusión sobre el Arte Público.
“Hablamos mucho sobre los nuevos roles que tiene el artista dentro de la sociedad. El hecho de salir del individualismo, del trabajo de taller, de perseguir el premio. Pensamos en una lógica de producción colectiva, que traslade esta producción al espacio público para que la gente pueda participar del proceso creativo o del proceso de construcción de una imagen. Que no sea el artista el que impone una imagen sino que sea una imagen que se negocia. Nosotros siempre ponemos en discusión, cuando estamos en espacio de debate, cuáles son las imágenes del Arte Público, cuales son las imágenes compartidas por un barrio. Que no tiene que ver con la inspiración que uno tiene, que es lo que suele pasar con el Arte Público” cuenta el artista Juan Cuello (33), profesor de Artes Visuales.
Una imagen para el Club Belgrano
El colectivo decidió poner su platarforma Medianeras en diálogo con este movimiento que sucedió en torno a la recuperación de club. Para esto convocaron a un taller a estudiantes de colegio Paula Albarracín de Sarmiento, de la modalidad de Arte, que no tienen en la currícula Arte Mural.
Los jóvenes hicieron un trabajo de búsqueda de la imagen predominante en el barrio. Caminaron, conversaron con los vecinos, sacaron fotos y se juntaron a pensar y construir colectivamente la imagen para el barrio.
“El hecho puntual que el personaje que esté pintado tenga la camiseta de Colegiales habla de que en toda la cuadra, en los postes de luz y en distintos lugares, vez en la calle los colores de colegiales. No hacer referencia a eso, es no ver donde está el club. El club no es un club universal. Es un club que está en Munro, en un lugar específico, donde hay un centro de jubilados, y por eso la señora de tercera edad pintada. Queríamos que haya una identidad en la imágen. Y eso permitió tambien un acercamiento a los jóvenes que están en el barrio, que van a la cancha de Colegiales, que se sienten indentificados con el mural. Fue un guiño que ayudaba a la identificación y la identidad” explica Juan, ejemplificando cual es su idea de lo que debe ser una imagen del Arte Público.
“Si algo tiene de particular el barrio es que la gente tomó las veredas para hacer jardines. No solamente el jardín de la puerta para adentro sino también de la puerta para fuera: hay pérgolas, flores, hay un predominante de vegetación. También apareció el rol de la mujer que cambió: padre ausente, madre que trabaja, abuela que hace de madre. Hay una construcción social distinta que busca el mural, esa ausencia del hombre que aparece a modo de nene. Y la abuela que cumple el rol de madre, que guía y acompaña. Curiosamente como todas las que participaban eran mujeres del Paula Albarracin, había una necesidad de mostrar a la mujer. Y en lugar de mostrar a la mujer joven, bella, idealizada, se planteó la idea de cambiar esa imagen idealizada por una mujer real, con experiencia, con historia. Por eso la mujer de tercera edad. Y la idea del pájaro que es un bosque tiene que ver con la psicología de lo que se buscaba que era la idea de la libertad y también la idea de la semilla que uno va dejando en distintos lugares para que vaya creciendo” agrega Juan, señalando la riqueza de un proceso que empieza en la calles del barrio, interpela las identidades, las representaciones y las búsquedas de los artistas, y termina en una imagen que reúne en su poética, todo este recorrido.
El mural se inaugurará el con un evento el próximo 8 de marzo y el colectivo ha abierto una convocatoria pública para buscar el título de la obra (ver facebook).
Desde un taller en Quinta Trabucco a un grupo de Arte Público
Por el 2010, Juan era profesor de Dibujo y Pintura y Marcelo de Escultura en Quinta Trabucco cuando les propusieron hacer un taller en conjunto.
“Lo que percibíamos desde la experiencia de la facultad y desde nuestra propia formación era la ausencia de lo público. En general haces una muestra, vienen tus amigos, conocidos. Hay una lectura de las artes visuales como una cuestión de elite y que por nuestro propio entorno, crecimiento, sabíamos que no es así, que hay una narrativa política” afirma Marcelo.
Así nació el taller Arte y Entorno que en Quinta Trabucco funcionó hasta el comienzo de la gestión Macri. En una búsqueda siempre colectiva, con artistas provenientes de distintas áreas de las artes visuales, buscando una creación que intervenga el espacio público con un dispositivo artístico que se entremezcle con los procesos contemporáneos de un territorio. Así han hecho, entre otras, algunas intervenciones en el río, cuando fue la inauguración del vial.
“Cuando se habla de Arte Contemporáneo hay una visión. Nosotros lo que planteabamos era que los que participaban iban a llegar al Arte Contemporáneo sin saber que era Arte Contemporáneo. Iban a encontrarse con la necesidad de hacer una instalación sin que yo tenga que explicar qué es una instalación”, explica Juan una pedagogía del arte, una alternativa. “Todo lo que fue Arte y Entorno fue una propuesta a lo que veníamos criticando. Propusimos este modo de enseñanza de arte frente a lo otro que creemos que es incompleto. Y eso generó que mucha gente se acerque. Y de todo ese grupo que se armó, nos convertimos en un grupo de arte”.
Con la llegada de la nueva gestión el taller no continuó. “Debía llamarse Art Street” se ríe Marcelo y Juan agrega “Éramos incompatibles. Yo tuve la reunión con la secretaria de talleres y duró 15 minutos. Ella se dió cuenta que estábamos hablando cosas completamente distintas. Toda la imagen que se podía llegar a proponer tenía que pasar por el departamento de comunicación, y todas las imágenes tenían que parecerse a la estética del PRO que proponía triangulitos o ahora verde, violeta y magenta. Mi formación es de construcción de una imagen, y si queres imponer una imagen no hace falta que yo esté acá. Contratá un pintor de brocha gorda que pinte con esos colores y listo. Lo entendió. No podíamos trabajar juntos. Y el grupo dejó de participar en la Municipalidad.”
2014
Uno de los proyectos del colectivo para este año es trabajar en torno del memorial por Cromañón que Marcelo realizó en el año 2007, en la plaza de Munro, por los los chicos que vivían en Vicente López.
“Este año se cumplen 10 años de cromañon. La idea es restaurar el monumento, completar algunas cosas que quedaron sin terminar, pero hacerlo de un modo colaborativo, queremos hacer una campaña con escuelas y centros culturales locales. La idea es generar algunos ciclos para pensar la relación entre memoria y espacio público.”
Los otros integrantes de TranEntorno son Magalí Abramovih (24) Ignacio Mongino (28).
Si querés conocer mas de las propuestas y los trabajos del colectivo:
Sobre medianeras (audiovisual):