Una tarjeta Sube hallada tirada en la escena del crimen y un video de cámaras de seguridad le permitieron a la Policía y a un fiscal del partido bonaerense de Vicente López esclarecer el crimen de un hombre que el mes pasado fue hallado asesinado de 11 puñaladas en una cancha de pádel abandonada de la localidad de Olivos, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
Por el caso, que se descubrió el 26 de febrero con el hallazgo del cadáver de Daniel Esteban Ruiz (35), fue detenido como sospechoso un conocido suyo identificado como Martín Diego Acuña (46), quien permanece preso, acusado del delito de "homicidio simple".
La detención de Acuña fue concretada tras una minuciosa investigación dirigida por el fiscal Martín Gómez, a cargo interinamente de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, y realizada por policías de la Dirección Distrital de Investigaciones (DDI) local.
El cadáver fue hallado en avanzado estado de putrefacción en el predio de una cancha de pádel abandonada en la avenida Del Libertador al 3400, esquina Amalia Puccio.
La víctima había sido asesinada en ese sitio hacía varios días de 11 puñaladas, tres de ellas en la cabeza y el resto en el tórax, según determinaron los forenses.
El cadáver no tenía encima documentación, pero la Policía sí encontró en sus ropas una tarjeta del Sistema Único Boleto Electrónico (Sube) que fue el punto de partida de una pesquisa que concluyó con la detención del imputado.
Si bien no había certeza de que la Sube estuviera relacionada de alguna manera al crimen, con el número de tarjeta el fiscal Gómez pidió los datos de la titularidad y de los últimos viajes que se habían hecho con ella.
La tarjeta no estaba registrada a nombre de ninguna persona pero la última vez que esa Sube había sido utilizada fue para hacer un viaje el 10 de febrero, fecha compatible con la data de muerte estimada y el estado de putrefacción del cadáver.
El viaje correspondía a un colectivo de la línea 168 que había sido tomado en la esquina de avenida Centenario y Almirante Brown, a una cuadra de la estación de San Isidro del ferrocarril Mitre.
Los detectives de la DDI Vicente López hicieron un relevamiento de cámaras en la zona y encontraron un video clave en el que se observa a la víctima con la misma remera de la banda de rock La Renga que tenía puesta al ser hallada asesinada, caminando junto a otro hombre robusto, de pelo largo y barba, a metros de la parada del 168.
Ambas personas aparentaban estar en situación de calle, por lo que los policías exhibieron esas imágenes a vecinos y comerciantes de la zona que reconocieron a los dos hombres del video como dos indigentes que solían pernoctar en dos baldíos cercanos a las vías.
El asesinado, quien fue identificado como Ruiz, solía dormir en un terreno ubicado junto a una pinturería en Almirante Brown 53 de San Isidro, y el sospechoso, en otro baldío ubicado a la altura del 118 de la misma calle.
El fiscal Gómez ordenó la aprehensión de este hombre, quien resultó ser Acuña, e hizo allanamientos de urgencia en los dos predios donde vivían.
Los pesquisas secuestraron en poder de Acuña un cuchillo, un cúter, dos tarjetas Sube y cuatro municiones de un arma de fuego.
Si bien al ser indagado por el fiscal Gómez, Acuña se negó a declarar, fuentes policiales indicaron que se está intentando chequear con testigos si es cierto que el móvil del crimen puede estar vinculado a un presunto abuso.
“Todavía no está judicializado, pero estamos investigando si Acuña podría haber asesinado a Ruiz porque manoseó o abusó de una hija suya”, dijo a Télam un jefe policial que participa de la pesquisa.
Según afirmaron distintas fuentes periodísticas, Ruiz había jurado vengarse de él, porque afirmaba que había manoseado a su hija, de 14 años. Se estima que el criminal, mediante una excusa, logró engañar a la víctima y la trasladó hasta Olivos, donde la atacó mortalmente.