Música, emoción y una experiencia de vida y superación. Todo eso puede estar en una sola jornada, en un solo momento, que en esta oportunidad será el jueves 3 de octubre, cuando Iván y sus Amigos se presente en el Teatro del Viejo Concejo de San Isidro. Iván Demirci, un joven de 18 años, tiene autismo y creó sus propias canciones junto al grupo, para transmitir mensajes de esperanza y superación.
La cita será desde las 21 horas, en el espacio ubicado en 9 de Julio 512. Allí, la banda, que giró por el interior del país, por Montevideo (Uruguay), y fue declarada de Interés Cultural para la Ciudad de Buenos Aires, presentará su último disco Fantasía Hecha Realidad, en el que se destacan canciones como A Iván, El Tren Thomas, El Ratón Pérez, La Fiesta, y Los Ojos, entre otros. El encuentro tendrá como artista invitada a la cantante Agos Nisi.
Las entradas tienen un valor de $300, y se encuentran a la venta de forma anticipada en EventBrite.
Iván encontró en la música el camino para desarrollarse y conectarse con el mundo. Desde sus primeros años tuvo una sensibilidad especial por la música, y con apenas 6 años comenzó a tomar clases de batería. “Ivan siempre tuvo la música como impregnada, desde muy chiquito, se conectaba de esa forma. Era muy distinta la forma en la que encaraba algo cuando lo hacía con música, que cuando lo hacía sin ella”, cuenta a Que Pasa Ricardo, papá de Iván.
“En un momento tuvo 12 terapeutas trabajando en casa” recuerda Ricardo, y relata además que, en el marco de los muchos tratamientos que tenía, uno de sus terapeutas asistía a las sesiones con una guitarra para lograr la atención de Iván a través del canto.
Ya a los 13 años, comenzó a asistir a una escuelita de rock, donde conoció a Juan Tenaglia, uno de sus profesores, quien al ver el enorme potencial que tenía en la percusión, le propuso formar una banda. A fines del año 2013, el grupo quedó conformado por Iván (voz y percusión), Juan (voz y batería), Patricio Álvarez (guitarra) y Diego Battaglia (bajo)
“Ahí comenzó un momento bisagra, cuando la banda se presentó por primera vez en una gala de la Fundación Panaacea. El movimiento que genera desde arriba del escenario tiene un mensaje clarísimo: Iván está diciendo que todo se puede, y los chicos demuestran el verdadero concepto de la inclusión, donde tres personas incluyen a otra sin considerar lo que no puede hacer, sino que haciendo hincapié en lo que sí puede. Para ellos Iván es Iván, no es un chico con autismo”, expresa.
Esta misma idea es la que tiene Juan, quien en una charla con este medio dice: “Trabajar con Iván es una experiencia increíble que llena por todos lados. Siempre digo que él es mi profesor más que yo el de él, porque enseña mucho sobre cómo superarse y dice todo a través del entusiasmo y de su energía, que se siente y eso es lo que transmitimos”.
“Ensayamos con la banda dos veces por semana, más allá de las clases particulares. El proceso de crecimiento de Iván fue inmenso. Pasó de taparse los ojos o los oídos para bloquear sus medios de conexión a poder expresarse por sí mismo arriba de un escenario, todo en base a la música. Con juegos, y canciones, y ahora que agarró confianza actúa mejor arriba del escenario que todos nosotros”.
Bongó, congas, timbales, batería, y otros instrumentos ya son parte de la cotidianeidad de Iván, y junto a ellos se desarrolla y crece día a día. "Lo veo comprometido con la música, siempre pienso qué va a hacer Iván después de los 21 años, cuando deje de ir al colegio. La tarea de padre es pueda hacer mejor lo que hace bien, que se desarrolle a partir de su talento y su fortaleza. Iván tuvo la suerte de verse rodeado por estos tres chicos y por una sociedad mucho más inclusiva que la que era en mi generación", cierra Ricardo.